Love never dies

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Primer día de clase, es setiembre y los alumnos de Prince College ya echan de menos las vacaciones de verano. Los pasillos vuelven a recuperar los olores humanos de adolescentes con las hormonas totalmente alteradas y las taquillas otra vez inauguran una nueva etapa de trabajo guardando el material de los estudiantes. Los profesores intentan hacerse camino a través de la gente y poder llegar a clase sin tener que visitar el hospital.
Aunque todos se han podido ver durante el verano, los chicos y chicas no dudan en juntarse con sus grupos para encabezar interminables conversaciones sobre sus viajes, chapuzones en la piscina, baños en el mar o libros que han leídos durante los dos anteriores meses.
- Bonjour, mes amis! - Lafayette apareció de entre la multitud, con un brazo en alto y la otra mano sosteniendo los libros, gritando a sus compañeros de toda la vida.

Lafayette era un alumno de intercambio que había venido desde Francia el año anterior hacia Estados Unidos y, aunque aún estaba en pleno aprendizaje de inglés, se podía defender bien en cualquier situación. Sus padres, al ver su evolución en ese nuevo entorno dejaron que se fuese a vivir allí junto con sus amigos. Éstos, al ver el potencial que tenía para la política y sabiendo que lograría su sueño de tener un título nobiliario, me nombraban "Marquis de Lafayette".

- Hooolaaaaaa!!!! - Alex, quitándose su gorra de "I love Washington" para que no fuera a parar al suelo, hizo la carrera de su vida para ir a recibir a Lafayette.

Alexander Hamilton era un chico venido del Caribe y huérfano que vivía con su primo, quien se decía que tenía sentimientos suicidas. Desde que consiguió una beca para Prince College y descubrió su profesor de Historia, George Washington, lucía día y noche camisetas y gorras con la cara de George al lado de un mapa de América. Él mismo reconocía su hiperactividad y su capacidad por mantener un debate política sin importar la situación.

Alex invitó a Lafayette a unirse con Herc y Burr, con quien llevaba una relación amor-odio.

Hercules Mulligan era conocido por su amor a la costura y su sueño de ser espía americano. Se decía que tenía una colección secreta de figuras de caballos y que, seguramente, se afiliaría a la organización Sons of Liberty.
Por otro lado, Aaron Burr fue el primer amigo de Alex cuando ambos llegaron nuevos a Prince Collegue. Alex, al haber oído tanto sobre él, se presentó delante suyo declarándose su mayor fan. Sin embargo, el tiempo y la envidia fueron apartando a los dos chicos.

- Laf, ¿qué tal el verano? - preguntó Herc.
- Très bien, gracias. He ido a París a visitar a mi familia.
- ¡Eso es genial! - intervino Alex - yo me uní a un club de debate en el centro de Nueva York y, ¿¿¿sabéis qué???¡¡Siempre los ganaba todos yo!!
- Ui, sí, qué novedad. - contestó irónicamente Burr. - Pues yo, este verano conocí a una chica llamada Theodosia y...
Alex, mientras éste hablaba, observó por encima del hombro de Burr un chico moreno y con una coleta que dejaba intuir un rizado perfecto. Marquis y Hercules desviaron la poca atención que le prestaban a Bur para seguir la vista de Hamilton y darse cuenta que ya el primer día había encontrado su Romeo. Burr seguía hablando sin darse cuenta que nadie lo escuchaba, y cuando Herc le dio un suave codazo al costado derecho de Alex éste se dio cuenta de lo poco disimulado que había estado observando ese chico nuevo.
- Se llama John - contestó Lafayette con una mirada picaresca.
- ¿Quién se llama John? ¡¡¡¡¿¿¿¿¿Me estáis escuchando????!!!!! - gritó Burr.
Los otros tres le dedicaron una mirada de desagrado tan odiable que Aaron tuvo que abandonar al grupo.
- Y...y...y, ¿có-có-cómo saber t-tú eso? - preguntó nervioso Alex.
- Il est mon voisin.
Hamilton empezó a ponerse nervioso y a sudar. Los tres no le quitaban el ojo de encima mientras éste miraba un cartel de la entrada que indicaba las futuras actividades extraescolares.
Intentando parecer seguro se aproximó al chico nuevo, sin embargo, a causa de la excitación por conocerlo, andaba cual robot en funcionamiento.
- Hola, eres nuevo ¿no?
El chico lo miró y algo dentro suyo empezó a encenderse.
- S-sí...
- ¡Hola John! - Lafayette fue a recibirlo con una sonrisa en la boca.
- Marquis, tú también estudias aquí. ¡Qué coincidencia! Tienes unos amigos muy... simpáticos.
- Merci beaucoup. Éste es Alexander Hamilton, éste otro es Hercules Mulligan y aquella patata andante es Aaron Burr. Entre tú y yo, sus padres aun están arrepentidos de ese error de hijo.
- Bueno, chicos, creo que las presentaciones ya han acabado. Ya me han dicho que te llamas John Laurens, ¿sabes qué? Te voy a enseñar el instituto antes de que empieze la primera clase, no quiero llegar tarde el primer día.
Lafayette susurró a la oreja de John:
- La primera clase es Historia con George Washington. Ya entenderás su comportamiento...
- Vaya, vaya... ¿pero qué tenemos aquí?
Thomas Jefferson, acompañado de su lameculos James Madison, se habían plantado detrás del cuarteto.
- Señor Edad de la Ilustración, ¿cómo te ha ido haciendo lo que sea que cojones haces en Monticello?
- Al menos me divierto con mi Sally, no como tú, hijo de puta.
Los ojos de Alex se humedecieron al oir "puta". Dejó su mochila en el suelo y, sentado en medio del pasillo, ya casi vacío, se recogió formando una bola con su cuerpo y empezó a balancearse mientras decía "mami...".