Querida yo de hace dos años:
Me gustaría confesarte algo que tu misma te esperas.
Desde el primer momento en el que le vistes sabias que no era quien parecía ser, no podía imaginar que tanta belleza estuviera reflejada en un mismo rostro y te parece extraño, porque su comportamiento fue raro desde un principio, te insulto, se metió con tu cuerpo y tus actitudes y luego desapareció.
Tiempo después volvió para crear falsos momentos e ilusiones que creíste como si de cuentos se tratasen.Pero no todas las princesas encuentran un principe, hazte valer, y agárrate, que viene curvas.