fast times

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JungKook despertó aquella tarde con una sonrisa en su rostro, el fiel reflejo de la emoción que sentía en su interior. Tenía planeado cumplir uno de sus mayores deseos en unas horas, ahí, en su propia casa. ¿Qué deseo podría tener aquel chico que lo tiene todo? JungKook era popular, inteligente, millonario y deseado. Podría tener cualquier cosa que quisiera, pero cruel ironía, deseaba algo que no podía tener. Haría el intento esa misma noche entre el bullicio de una fiesta que el mismo había programado. Intentaría que los ojos de aquel chico solo se posaran en el y pudieran bailar íntimamente esa noche. Cubrió su rostro frente al pensamiento y sonrió logrando colorear sus mejillas. Todo se veía tan perfecto en su mente.

Se levantó de su cama manteniendo al chico en su mente y se dirigió con ánimos a la bañera. La dureza y molestia en su entrepierna le dio a entender que su emoción se había exteriorizado y no de la forma más correcta. No sé toco, no quería hacerlo y jamás lo hizo. Quizás pensarían que era raro y antinatural no hacerlo, pero él tenía una mentalidad diferente frente al tema. Llenó la bañera con agua y la tocó con sus largos y finos dedos, notando que estaba a la temperatura perfecta. Quitó su ropa y se adentró en ella completamente, dejando su cabeza fuera del agua. La sensación de relajo no demoró en esparcirse por todo su ser, pero su sexualidad despierta no le permitía cerrar sus ojos. Deseaba tocarse, pero también deseaba a JiMin, lo deseaba con mucho más fervor y fuerza como para dejarse llevar por sus instintos primitivos. Él se estaba reservando completamente a JiMin, ni siquiera dejando que el mismo se tocase. Y con ese pensamiento hundió su cabeza en el agua.

Maquillaje perfectamente aplicado en sus bajos y un poco en los labios. Era una fiesta de disfraces y él había decido vestirse de un arlequín en un traje formal, o lo que sea que había improvisado con lo que tenía en su armario. En realidad, en aquellas fiestas no importaba la calidad del disfraz, sino que te vieras bien en él. Agregó algunos detalles en sus mejillas con un poco de precisión para darse más apariencia de arlequín. Al finalizar sonrió arreglando el cuello de su camisa.

-Hoy daremos una fiesta.

Los invitados no tardaron en llegar y a montones. Un invitado llegaba con dos invitados más y así la casa se iba llenando. A JungKook realmente no le importaba el número de personas ya que solo quería estar pendiente de una y que los demás no interfirieran. Espero paciente a que su chico llegara y, para no ser desconsiderado, entablaba conversaciones con los que se encontraban cerca de la mesa de bebidas. No fue mucho el tiempo que tuvo que pasar para que lograra divisar a JiMin entre la multitud quien hablaba con dos de sus amigos. La mirada de JungKook fue insistente, lo suficiente como para que quienes acompañaban al rubio la notaran y entre risas le avisaran. Las mejillas del chico no tardaron en colorearse mientras apresuraba sus pasos hacia donde estaba JungKook. El saludo fue simple, pero eso no evitó que el corazón de Jeon comenzara a latir con más fuerza de lo normal. En su opinión, JiMin lucía hermoso. Sus ojos brillaban bajo las tenues luces que iluminaban la casa, su piel era perfecta y moría por tocarla, acariciarla. Realmente moría por hacerlo. De verdad. Tanto se había concentrado en ello que ni siquiera había notado su disfraz.

-Gracias por invitarme, Jungkook. - El rubio habló con voz suave y algo tímida. El castaño bajo la mirada debido a que también sentía algo de timidez. Estaba frente al chico que le gustaba y, de hecho, más que eso y este estaba sonrojado por él, era algo normal ponerse tímido y emocionado.

-No hay de que, hyung.

Le ofreció algo para beber y JiMin aceptó al instante, tomando la mano que Jeon le había ofrecido. Las bebidas fueron preparadas y servidas en segundos por el castaño, entregándole el vaso a su invitado especial en mano. Estaba muy sorprendido debido a que JiMin estaba siendo demasiado familiar con él a pesar de que en la universidad casi no hablaban. Pensó en que quizás se debía a la invitación personal y privada que le había hecho, posiblemente había roto una pared con ello sin darse cuenta. A fin de cuentas, tener a JiMin bailando bajo las luces de la sala de estar no iba a ser tan difícil.

fast times at claremont high × kookmin × osDonde viven las historias. Descúbrelo ahora