Mi día comienza, lo de siempre, día de semana, Miércoles sino mal recuerdo, escucho que dan "La Jueza" en el living y mis papás hablando algo a lo que no le doy importancia, desconecto mi celular del cargador rápidamente porque ya saben, me preocupa que se le eche a perder la batería por exceso de carga (quizá cuantas horas se mantuvo en 100% y yo preocupandome de hueas). Reviso todas mis redes sociales mientras tengo una mezcla entre paja y aguante de ir al baño hasta que termino de revisar, aguantarme y voy, mis papás me ven y me preguntan si quiero almorzar, me dicen que ponga la tabla para comer en la cama y así me la paso, toda la tarde procastinando y conversando por el teléfono y sus multiples aplicaciones que me gusta ocupar. Qué vida más relajada ustedes podrán decir, si es que estudian o trabajan. Qué vida tan ociosa, y qué miserable. Es ahí cuando las inseguridades y presiones comienzan. Pero no había tiempo para ponerse a pensar en eso, recordé que debia ir por mi novio con el que llevamos 7 meses a su universidad, la cual quedaba a dos horas de mi casa. Me encanta ir por él, compartir con sus compañeros que noto buena onda de ellos hacia mí, pero lamentablemente no alcanzaba a hacerlo, entonces para compensarlo le pregunté si quería ir al cine conmigo.
Capitulo 1: Ultimatum
"-¿Alo?" Dije yo, haciendome el simpático mientras iba como a media hora de llegar dije.
"-Estoy a 2 estaciones ¿y tú?" Me pregunta Diego, mi novio con un tono simpático pero sarcástico.
"-Oh, perdón por atrasarme, es que la micro no pasaba nunca" respondí.
"-Llega luego porfa". Me dice y corta sin dejarme responder nada más. "Imbécil de mierda" dije, pero la verdad es que no me preocupaba mucho, es decir, no puedo apurar el metro... Sabía que iba a llegar tarde, pero de que iríamos por esa película lo haríamos. Cuando llego al lugar lo noto molesto, así es, le molesta la impuntualidad, pero trato de que eso no arruine el día y mientras caminábamos por el mall me dice:
"-No almorcé, ¿comamos algo?"
Entonces ahí yo le expliqué que sólo tenía plata para la entrada y lo noté haciendo un desaire, pero fuimos a hacer la fila para comprar en nuestro querido Doggis, donde teníamos un amigo que siempre nos regalaba comida extra de regalo. También le echábamos harta conversa, yo más que él porque me encanta ver a la gente furiosa por su comida.
Fuimos a sentarnos en nuestro lugar de siempre, una mesa al final del patio de comidas, junto a una ventana, él mirando hacia donde hacen las pizzas y yo hacia donde hacen los sushis, comidas que jamás comeremos ahí porque las porciones son una mierda y los precios son una estafa. Hubo un silencio incómodo en lo cual yo dije para romperlo
"-Oye que están ricas las papas!"
Él no se reía, veía su teléfono y no me daba la suficiente atención como para quedarme más tranquilo, a lo que me dice que está cansado, yo le pregunté "De qué?", pero no quiso decirme, deduje que de la universidad, pero ese día sólo le tocaban 2 ramos y ni siquiera tan temprano... Fuimos a ver nuestra película y realmente no estuvo mala, le pedí que caminaramos desde el mall hasta su paradero de micro, el cual quedaba como a 5 estaciones de metro de donde estábamos y varias veces lo solemos hacer, pero prefirió que tomaramos el metro para llegar más rápido, que era tarde. Logró convencerme porque la verdad me encanta pasar ese rato con él, pero no lo hicimos, tomamos el metro y bueno, yo siempre que se tenía que ir de la estación lo iba a dejar hasta que se me perdiera de vista, pero esta vez quiso conversar conmigo, me pidió que por favor nos sentaramos en el suelo y me pidió encontrara un trabajo. Yo le dije que quería hacerlo, pero que en ningún lado me aceptan, pero la verdad es que nunca ando tirando curriculum, y no soy muy bueno con las entrevistas de trabajo.
"-No puedo seguir pagandolo todo un 80% yo y un 20% tú, ¡No es justo! si no encuentras trabajo de aquí a que termine el mes terminamos, esto es un Ultimatum porque yo de verdad me estoy aburriendo de esto"
ahí le dije que lo haría, porque de verdad él me importa mucho, pero nunca esperé que me diera un Ultimatum, se despidió sin mirar hacia atrás y mi alma despreocupada se fue preocupada para la casa
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Vagabundo Veinteañero
HumorRelata las historias de un joven de 20 años que ha sido cesante durante mucho tiempo, nos cuenta cómo ha afrontado sus aventuras laborales y personales con su impulsiva y despreocupada personalidad.