"Suspiro Inocente"
Cap. 1
Era 24 de Marzo. Tenía examen ese mismo día, y no descanse en toda lo noche por estudiar. Eran ya las 2:45 a.m. O eso era lo que marcaba el gran reloj del buro, lo único que quería era dormir, pero para mí era más importante ganar una buena nota. Me estaba durmiendo sobre mis hojas cuando bajaron mis hermanas gemelas, “Daisy y Phoebe” esos son sus nombres, apenas tenían 8 años cuando todo sucedió.
- ¿Louis…? – Me preguntaron al unísono, limpie algo de baba que me caía de la boca y bostezando les pregunte.
- ¿Necesitan algo, Pho~ Day~? – Les pregunte con una sincera sonrisa, estaba cansado, y necesitaba distraerme con algo. Tanto estudio no es sano.
- ¿Por qué no estas durmiendo como los demás? – Me pregunto Daysi, yo suspire, apenas tenían 9 años. Sus exámenes más difíciles de seguro son algo como: “¿De qué color es el escudo del país?” O algo más fácil como: “Colorea la bandera Argentina”. Phoebe miro al suelo y comenzó a jugar con la manga de su camisón.
- Tengo examen… Debo estudiar – Les conteste.
- ¿Podemos estudiar contigo? – Volvieron a decir al unísono, yo sonreí y agarre el control de la televisión, puse alguna serie de televisión en este caso “La familia Ingalls” sabía que a Daisy le encantaba aquella serie y a veces hasta quería vestirse como Mary Ingalls. Sente en mis piernas a Phoebe y Daisy -como siempre cabe decir- se sentó en la alfombra frente al televisor.
- ¿No que tenías que estudiar? – Me miro Phoebe con una cara de regaño, claro ella apenas tenía 9 años y no sabe que esa cara da más gracia que temor.
- Shhh… Un descanso, no le vayas a decir a mamá. –Puse mi dedo índice entre mis labios e hice un sonido de “serpiente” para que ella entienda que debe callarse, y con una sonrisa le di un beso en la mejilla, no sé cuánto tiempo estuvimos viendo la televisión hasta que a las 03:00 y algunos minutos más de la mañana fue interrumpida la transmisión.
- "Se comunica a la población que a partir de la fecha, el país se encuentra bajo el control operacional del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Se recomienda a todos los habitantes el estricto acatamiento a las disposiciones y directivas que emanen de autoridad militar, de seguridad o policial, así como extremar el cuidado en evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que pueden exigir la intervención drástica del personal en operaciones. Firmado: general Jorge Rafael Videla, almirante Emilio Eduardo Massera y brigadier Orlando Ramón Agosti". – Mi boca se abrió y cubrí a Phoebe entre mis brazos, derribe la silla cuando me pare, pero eso poco importaba en ese entonces, agarre del brazo a Daisy con brusquedad sin que ella si quiera pueda preguntar “¿Qué sucede Louis?”.
Subí las escaleras con algo de dificultad y es que, no todos los días subes las escaleras con tus hermanas menores, una entre tus brazos y la otra, prácticamente, arrastrándola. Pase por el cuarto de Charlotte y golpe de manera brusca la puerta
- Lottie rápido, al cuarto de madre, llama a Felicite – Seguí corriendo y abrí con algo de brusquedad la puerta del cuarto de Jay, mi madre, allí ya estaba Felicite abrazando nuestra madre. Deje a las gemelas en un lado de la cama de dos plazas de mi madre, ahora soltera, me senté a su lado y la abrase, abrazando también a Felicite quien escondía su rostro en los pechos de mamá.
- ¿Escuchaste la televisión? – No sabía que preguntarle, y luego tendría que explicarle a Phoebe y Daisy porque en cada esquina había un militar…
- Felicite escucho la radio, vino llorando aquí… - Me contesto ella, sobándole la cabeza a Felicite, la cual no paraba de llorar. Solo que ahora un poco más bajo. Solo pasaron 2 minutos para que Charlotte llegara con un soquete si y otro no.
- ¿Qué sucede? ¿¡Porque Felicite está llorando!? – Dijo ella casi gritando, agitada, al parecer no estaba ni enterada y todo esto la tomó por sorpresa, como a todos, solo que a ella un poco más…
- El país está bajo el control de los militares… Nada serio, todo se arreglara… - Dijo mi madre con su voz cálida, como cuando era niño y me quería proteger de los monstruos que habitaban bajo mi cama. Al parecer ellos con el tiempo crecieron y recobraron fuerzas, viviendo ahora en el mundo humano. A nuestro lado… Yo no la contradije, solo atraje a mí a las gemelas que no entendían nada y no sabían cómo reaccionar y les cante alguna canción de cuna que me aprendí de mamá.
- ¿¡COMO QUE NADA SERIO!? ¿¡SABES QUE CARAJOS ESTA SUCCEDIENDO VERDAD!? – Respondió Charlotte, cabreada. Pero antes de que pudiera decirle algo las gemelas ya estaban dormidas y Felicite, quien había permanecido callada llorando en silencio, hablo.
- Si mamá dice que todo se arreglara y que no es serio es porque se arreglara y no es serio… - Ella levanto su mirada solo para poder ver a los ojos a Charlotte mientras le decía aquello, y luego separo bruscamente su mirada para poder ver a mamá, quien le daba una de sus más sinceras sonrisas… ¿Y quién no? Hablo de que acaba de dejar como si nada a un tema muy serio. Acaba de dejar en ridículo a “miles de muertes” como si solo fuera un castigo por “comerse unos caramelos sin permiso”. Charlotte suspiro y se sentó en la cama, a mi lado, miro al suelo y escuche unos sollozos, que tan rápido como habían empezado callaron…
- Me voy a mi cuarto… - Respondió, y se alejó hacia la puerta, pero antes de que pudiera siquiera dar un paso fuera de la habitación se escuchó el ruido de un vidrio al romperse y el disparo de una pistola, ella se sobresaltó y corrió a abrazarse de mamá y Felicitte.
- ¿Qué fue eso? – Pregunto, sin soltar a mamá.
- Nada, no fue nada… Ahora vayan a dormir… O mejor quédense aquí a dormir. Lo siento Louis pero creo que tu examen va a suspenderse. – Salte de alegría casi tirando a las gemelas las cuales dormían en mis piernas. Sinceramente no sabía nada del tema, por más que quisiera estudiar las palabras no eran retenidas por mi cerebro. Mamá se levantó y entre sus brazos agarro a Phoebe, la cual estaba por despertarse si no hubiera sido porque ella la acuno en sus brazos y le tarareo una canción, la recostó en el medio de la cama y luego a Daisy, al lado de ella. Felicitte y Charlotte durmieron abrazadas a los pies de la cama y yo abrase a las gemelas con mi madre. Así fue como dormimos, con algo de dificultad pues la verdad. No sabíamos nada de lo que iba a pasar… Pero aun así, no estaba todo perdido. Estábamos todos bien y juntos, y eso era mucho…