La Chica De Los Lentes

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Tiempo después...

El día estaba hermoso, el cielo azul, el sol al punto, los pajaritos cantaban pero para Samu y Sam esto no tenía tanta importancia como otros días; hoy era un día especial y no, no era el día de su boda, eso ya había ocurrido hacía un tiempo, aunque tenía que ver, por supuesto, tampoco es el nacimiento de su primer hijo, si estabas pensando eso, también tenía tiempo que habían experimentado eso y no una vez nada más, lo que hacía tan importante este día incluía todo pero no tenía que ver con nada.

A Sam se le escapó un suspiro, lo que hizo que Samu volteara a verla, a pesar de los años Samu seguía amándola demasiado y lo mejor es que ese amor crecía cada día que compartía con su esposa, le encantaba verla al despertar en las mañanas, antes de que ella se despertara y empezara con su rutina diaria a toda velocidad, le encantaba la puntualidad y eso siempre hacía reír a Samu, que no se apuraba en absoluto y extrañamente siempre le daba tiempo.

-No puedo creer que haya pasado tanto tiempo-le dijo Samu, a lo cual sonrió, estaban en el lugar en el que había empezado su historia, esa hermosa playita a la que la había llevado el día en el que le pidió que fuese su novia y tiempo después que le concediera ser su esposa.

Las olas del mar chocaban suavemente contra la arena, logrando un suave murmullo, como si te contaran una historia, la historia de Samu y Sam, conocidos mejor como Anonymous y la Chica de los lentes.

-¿Estás lista?- susurró Sam.

-Claro que sí, Anonymous.- Le contestó y sonrieron los dos, sacaron una caja que Sam había guardado en su bolsa que encima ponía:

"Nuestra historia: Anonymous &; la Chica de los Lentes"

Poco a poco fueron sacando las cosas que se encontraban hasta arriba, las fotos desde las más recientes hasta las más antiguas, unos papelitos sin importancia y entonces, encontraron lo que estaban buscando: Las notas. A pesar de todo el tiempo que había pasado seguían intactas, hace mucho que no las veían, quizás desde que se casaron, pero seguían ahí, esperando a contar su historia. Hasta el fondo, sin querer, encontraron dos pequeños sobres, cada uno con su respectivo nombre y pseudónimo, los dos se miraron extrañados, no recordaban haberlos visto antes o haberlos escrito, no estaban seguros, agarraron cada quien el sobre que le correspondía y la primera en abrirlo fue Sam:

Querida Chica de los lentes:

Si, soy Anonymous, tu esposo en el momento en que lo estés leyendo o quizás no, como sea, la verdad es que no tengo la menor idea del por qué hago esto o si te lo voy a entregar, a lo mejor luego lo encuentres y lo leas ya que en el sobre viene tu nombre, como sea, la verdad es que hace mucho tiempo (bueno, quizás no tanto) que no te escribo alguna nota, llevamos ¿un mes? No, creo que dos, lo siento no lo recuerdo, de novios es gracioso porque aún no te acostumbras a que te llame "Novia" pero a mi me encanta hacerlo, me imagino como será cuando seas mi esposa... Creo que me perdí, lo siento, el punto es que quería decirte eres la chica con la que siempre había soñado, eres mi complementación, no sabes cuanto te amo, a veces siento que eres demasiado para mi y que no te merezco, sinceramente no tengo la menor idea de como es que entré a tu corazón, te prometo que lo guardaré por siempre, nunca te lastimaré, eres muy importante para mí, sé que a veces no te sientes lo suficiente hermosa o lo suficiente capaz para hacer algo o que fracasarás si lo intentas pero te diré algo: No he conocido mujer más hermosa que tú, a veces me dan ganas de prestarte mis ojos para que veas como es que te veo, preciosa, te pongas lo que te pongas, pero no te maquilles, me encantas así como eres, además de que eres la mujer más inteligente y capaz que conozco, sé que todo lo que te propongas lo lograrás porque es parte de ser tú, todo te sale bien, y por eso y más Te Amo, nunca dejaré de hacerlo, te voy a proteger aunque me cueste la vida, no te lastimaré y no dejaré que lo hagan, eres muy importante en mi vida, te enamoraré todas las veces que sea necesario, todos los días te recordaré lo mucho que te amo, trataré de hacerte feliz todos los días, te lo prometo. Gracias por aparecer en mi vida, por cada cosa que hemos pasado juntos, por cada momento y cada suspiro...

Te ama demasiado, Anonymous.

Las lágrimas brotaban de los ojos de Sam, pero eran de las buenas, de esas que te sacan una sonrisa, Samu la miró preocupado;

-¿Tan mal está?- ella negó con la cabeza, no podía con la emoción, lo abrazó y le dio un suave beso.

-Gracias, esto es.... Hermoso- Samu la veía confundido, sabía que la letra era suya, pero no recordaba lo que había escrito y ni siquiera había podido leerlo mientras Sam lo hacía.

-¿Puedo...?-

-No, lee el tuyo.- Samu la miró extraño, pero suspiró y empezó a abrir la carta, la escondió de Sam y empezó a leerla...

Querido Anonymous:

Hace mucho que no nos escribimos notitas, las extraño un poco, pero es hermoso tenerte a mi lado, sinceramente jamás creí que seríamos novios y aún se me hace raro, especialmente cuando me llamas "Novia", vuelvo atrás y no entiendo como es que tú y yo acabamos juntos, te lo he dicho, me gustabas antes de que enviaras las notas pero casi no hablábamos, nunca imaginé que tu me correspondieras es raro, pero eso no importa ya, el punto es que estamos juntos y no te imaginas lo feliz que soy a tu lado, mi amor por ti crece cada día, porque tú haces que sea así, me encantaría pasar toda mi vida a tu lado, sería hermoso, vivir en esa bella playa a la que me llevaste aquel día para pedirme que fuera tu novia, tú y yo, hasta el fin de nuestros días viendo cada amanecer y atardecer pasar frente a nuestros ojos y pensar que eso no se compara a la belleza que tienen nuestros ojos al vernos... Y creo que estoy volviendo a empezar con mi cursilería, Dios, las cosas que me haces hacer, pero da igual, tú eres más cursi que yo cuando te lo propones y eso me encanta, me encantas. Bueno, creo que sabes que siempre voy a estar a tu lado, porque me gusta estar ahí no lo hago con otras intenciones, es hermoso cada vez que pasamos un obstáculo juntos, porque me indica y me da la seguridad que tu eres la persona que siempre he esperado y anhelado para tener a mi lado; siento que si me pides matrimonio te diría que sí, quizás no te sientas preparado o no estés seguro pero yo lo estoy, es más me encantaría que lo hicieras, aunque no sé si vayas a leer esto, puede que la encuentres y como eres de curioso la abrirás, quizá no ahora, puede que dentro de unos años y ya estemos casados, como sea, sólo quiero que recuerdes que aunque sientas que tu no me mereces o que merezco algo mejor, siempre te elegiría a ti, por la simple y sencilla razón de que te amo, mucho más de lo que te imaginas, ocupas un lugar especial en mi corazón Anonymous, nunca lo olvides.

Con mucho amor, tu novia/esposa La Chica de los Lentes.

Samu terminó de leer la carta y sonrió, sabía que era hora de darle el pequeño obsequio que había preparado para ella ese día, sacó una pequeña cajita entre uno de los bolsillos secretos que tenía, lo abrió lentamente hacía Sam y le preguntó:

-¿Te casarías conmigo una vez más?-