Re-Prologo

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Era un día típico en la ciudad de Tokio, una metrópolis bulliciosa y llena de vida. La luz del sol brillaba intensamente en el cielo azul mientras la gente iba y venía por las calles atestadas de la ciudad.

Mientras tanto, en Konoha, una escuela común como cualquier otra, los estudiantes estaban llegando poco a poco a la institución. Algunos venían corriendo, con la mochila golpeando sus espaldas, mientras que otros caminaban tranquilamente en grupos, charlando y riendo.

A lo lejos, se escuchó el sonido de la campana que marcaba el inicio de las clases. Los estudiantes apuraron el paso y se dirigieron rápidamente a sus aulas, algunos con una sonrisa en la cara y otros con rostros somnolientos.

Hola Ino, buenos días - saludó Sakura con una sonrisa mientras caminaba junto a Hinata hacia la entrada de la escuela.

Buenos días Sakura, Hinata - respondió Ino mientras ajustaba su mochila sobre su hombro.

Hola Ino, buenos días - devolvió el saludo Hinata con su tono característico.

Y ¿otra vez pasaste la noche en casa de Sakura, Hinata? - preguntó Ino con una sonrisa traviesa.

Sí, su madre es muy amable y me dijo que podía ir cuando quisiera - respondió Hinata tímidamente.

Ya veo, yo soy muy buena amiga de ustedes, pero lo suyo ya está a otro nivel, ¿acaso no serán...? - continuó Ino con una risa burlona.

Vamos Ino, déjate de bromas, entremos que ya casi es la hora - interrumpió Sakura mientras abría la puerta de la escuela.

Por cierto, ¿Naruto-kun y Sasuke están dentro o aún no llegan? - preguntó Hinata mientras miraba a su alrededor en busca de sus amigos.

Aún no llegan, llevo rato aquí fuera y no los he visto entrar - respondió Ino con una mueca de desaprobación en el rostro. - Siempre lo mismo, a veces se duermen en el salón o llegan algo golpeados. Me pregunto qué harán.

Por cierto, ellos son iguales a ustedes, con la diferencia de que no lo demuestran tanto - comentó Ino con una sonrisa cálida en el rostro.

-Supongo, me pregunto porque los hombres son menos expresivos en general a la hora de mostrar afecto Decía Sakura

Unas cuadras cerca de la escuela, Naruto y Sasuke corrían a toda prisa para llegar a tiempo a la escuela. Sasuke, cansado por la carrera, comenzó a quejarse mientras miraba a Naruto.

Maldición teme, corre más rápido o no llegaremos a tiempo. ¿Sabes cuánto hemos corrido?

Ya deja de quejarte, Naruto -respondió Sasuke con tono enfadado mientras volvía a mirar a su amigo.

En su carrera, Sasuke golpeó sin querer el hombro de una persona algo corpulenta que estaba acompañado por tres personas más.

Lo siento, no te vi -dijo tranquilamente Sasuke al darse cuenta de su error.

¿Qué no me viste? Ve con más cuidado, niño -respondió el hombre, enojado.

Uff, hueles muy mal. ¿Cuánto llevas sin bañarte? -agregó Sasuke, intentando apartar el olor con su mano.

¿Qué has dicho? Encima que me empujas, también me faltas el respeto, maldito -respondió el hombre mientras agarraba la manga de Sasuke.

Sasuke reaccionó rápidamente y empujó al agresor, diciéndole que le quitara las manos de encima o haría algo de lo que seguramente se arrepentiría. El hombre, junto con sus acompañantes, intentaron atacar a Sasuke, pero Naruto intervino para evitar una pelea.

Tranquilos, perdonen a este idiota, solo tuvo un mal día. Ya nos vamos -se interpuso Naruto para calmar la situación.

Saben qué, olviden sus disculpas. Están muertos. ¡Atrápenlos! -gritó el hombre, haciendo que él y sus acompañantes persiguieran a Naruto y Sasuke.

Los Unicos Shinobis En El Mundo RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora