#Headcanon Oikage

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Oikawa se encontraba realmente frustrado consigo mismo, no era posible que un simple mocoso fuera el causante de todos sus problemas y dolores de cabeza. El día que lo vio entrando al gimnasio, con su rostro angelical y sus shorts cortos, no pudo imaginar los estragos que causaría en él... de haberlo sabido se habría mantenido alejado.

Ese mocoso persistente era un genio, lo odiaba porque era todo lo que él no podría ser. Sus jugadas eran precisas, condición física excepcional. Un genio del voleibol había aparecido para opacarlo.

Odiaba que le hablara, que lo mirara, que estuviera revoloteando alrededor de él pidiéndole que le enseñara como hacer un maldito servicio con salto. Por más cortante que fuera con ese mocoso no se lo podía quitar de encima, parecía que no captaba el mensaje. Debido a eso, Oikawa decidió darle una buena lección.

Finalmente aceptó enseñarle a sacar con salto con la condición de que le practicara un oral. Kageyama en ese entonces no sabía qué era eso, pero aceptó felizmente. Cuando llegó el momento le pareció algo extraño, sin embargo terminó haciéndolo.

Al día siguiente Kageyama siguió revoloteando alrededor de Oikawa, como si nada hubiera pasado. Al parecer su plan había tenido el efecto contrario.

Con el paso del tiempo subieron de tono las cosas entre ellos, comenzaron a tener relaciones sexuales tres veces a la semana al finalizar los entrenamientos, después se convirtió en un habito diario, más que un habito era un vicio, uno al que ninguno de los dos renunciaría.

Oikawa terminó aceptando su derrota contra ese mocoso, ahora no lo dejaría ir nunca.

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