Él hospital es tan frío...Tan desolado...
Detestó que debas estar aquí siendo como eres...
Detestó que estés aquí por mi culpa.
— Señorita Sana... Puede pasar ya — La voz autoritaria del doctor me saco de mis pensamientos. Nerviosa me puse de pie. Paso por paso, contando los segundos prácticamente, logre llegar a la habitación. —
La puerta estaba entre abierta, solo se divisaba su mano, un poco de su piel blanca. Suspire pesadamente. Era momento de aceptar que estábamos viviendo esto y solamente... Entrar. Lamentablemente no es un sueño, como hubiera deseado. Lentamente iba dejando que la puerta se abriera, hasta que lo hizo totalmente y lo que vi, me devastó.
Ella...