Un Sentimiento Infinito. (Evak)

1. Atracción.

"Eres solo tú y tu cabeza... y todos tus pensamientos" – Even a Isak. Serie Skam.

Viernes, 14:00 Hrs.

Even sostuvo su enorme mochila, se recargó contra su bicicleta y observó por primera vez la escuela Hartvig Nissen. Lucía simple, pero Even solo la conocía de nombre.

El chico había pasado un año entre conflictos y problemas. Un año atrás había sido diagnosticado con Bipolaridad, una enfermedad mental tratable, pero una enfermedad que lo señalaba como "loco". Pudo haber abandonado la escuela, pero Elías, Yousef, Mikael y sus mejores amigos, lo habían apoyado para continuar en el Instituto y terminar todo bien. Su novia, Sonja, se enfrascaba en cuidar de él de una manera sobre protectora, y francamente, castrante. Así que cuando Elías lo invitó a un fin de semana de acampada, organizada por la hermana menor de este, ni lo pensó por un instante antes de aceptar.

Sonja comenzaba a asfixiarlo y necesitaba espacio. El amor se había muerto en los primeros años de relación, después todo se había convertido en costumbre, y ahora solo esperaba a terminar la escuela para terminar con ella.

Su graduación estaba cerca, su Russ estaba cerca.

Además aquel viaje, en palabras de Sana - hermana de Elías - era considerado como un "Pre-Russ", y en palabras de Elías, tres días de acampada para distraerse.

Las ideas perdidas sobre Sonja se detuvieron cuando lo vio. Era malditamente hermoso. Un bonito rubio esbelto estaba atravesando el patio, caminando ligeramente, sonriendo con un abrumador brillo en sus hermosos ojos verdes. Por un instante la mirada seductora de aquel príncipe se fijó sobre Even. Por un instante Even casi perdió la mente, arrasado por ese lindo desconocido.

El lindo rubio se perdió en un grupo de personas, y solo en ese instante Even notó que existían más que aquel lindo rubio. Había un grupo de personas conversando relajadamente frente al que sería el autobús que abordarían. Conocía a Sana, la chica Musulmana, la hermana menor de Elías, y reconocía a Elías, el chico de cabello negro y ejercitado cuerpo. Todos sus amigos se ejercitaban mucho al punto de lucir cuerpos espectaculares. Even no era de esos, gustaba de ser relajado, impulsivo y sin conflictos. Además ya lucía bastante buen para no necesitarlo.

Even estaba intentando recordar cómo respirar cuando lo volvió a ver. Desde la ventana del autobús, el pequeño rubio de cabello rizado y hermosa, tersa, piel blanca, delgados, suaves y húmedos labios; sonreía pareciendo conversar con uno de los chicos fuera del autobús. Even se sintió impactado como nunca lo estuvo antes. Los ojos verdes del chico se deslizaron brevemente hacia él antes de regresar a un chico de cabello negro y rizado, con el que parecía conversar.

Even, impulsivo por naturaleza, caminó hacia ellos esperando hablar con ese hermoso rubio. Y es que Even no comprendía cómo alguien podía lucir como un bailarín del video clip de 'Don't Worry' y no estar rodeado de mujeres.

Ese lindo rubio era esbelto, flexible en apariencia, con un aspecto entre inocente, infantil, dulce y seductor. Algo lo llevo solo a querer hablar con él. No era natural, pero era una intensa y desmedida atracción que lo hacía moverse. Era como si él fuese un mundo y Even una simple luna girando tan cerca de él como pudiese.

- Hey, Sana.- dijo Even deteniéndose ante Elías y Sana.

- ¡Even, hermano!.- exclamó Elías saludándolo.- Que bueno que lograste llegar, y genial que hallas traído tu bicicleta.- añadió señalando la bicicleta que sin pensar, Even había traído casi como accesorio.- Los demás aun no llegan.