Aquel día largo de trabajo había acabado por completo con ella. Su cuello se encontraba tenso y su estómago pedía a gritos algo de comida, que claro ahora no tenía que preparar. La llegada de aquel dragón, que podía cambiar su apariencia física, a una bastante agradable de ver, había cambiado su vida por completo. Y ese dragón se llamaba Tohru.
Tohru, el pensar en ella traía varias ideas a su cabeza, que quisiera o no, la confundía de sobremanera, cambiando poco a poco lo que ella era en esencia.
Ingresó la llave en la cerradura de la puerta, esta hizo click, abriéndose. Quitándose los zapatos cerró la puerta despacio, no era muy tarde pero debía suponer que Kanna se encontraría cómodamente dormida, y la pequeña lo hacía, pudo ver el pequeño bulto recostado en la sala respirando rítmicamente, esto desconcertó a Kobayashi, pero lo paso por alto, debido a lo cansada que se encontraba. Dirigió su vista a la cocina, encontrándose así con una feliz Tohru que cocinaba, al subir la mirada pudo ver como su expresión cambiaba a una mucho más feliz, si es que eso era posible.
― ¡Kobayashi-san!― exclama con emoción en su voz, mientras enredaba sus brazos a su cintura, apretándola con más fuerza de la requerida, haciendo que pierda un poco el aire.
― Es suficiente, Tohru― declara algo sofocada, mientras afloja un poco su corbata ― ¿Qué estas cocinando?
― Algo muy especial para alguien muy especial, por supuesto― caminó hacia el horno, tomando sin dolor alguno, aquella cacerola caliente que mostraba trozos de carne cocinados de manera muy extraña.
Se sentó en la pequeña mesa, seguida de Tohru quien posó un plato de aquella carne misteriosa, frente a ella. Lo miró con cara mala, dirigió su mirada a Tohru, quien se encontraba algo ansiosa pero aun así le mantenía la mirada, algo sedienta debía decir. Decidió ignorar eso, tomando el primer bocado, al momento que esto sucedió Tohru dejo soltar una pequeña risa, algo pervertida. La miro esperando que le dijera que le pasaba, pero esta tomo compostura rápido, haciendo un ademán que la intuía a seguir comiendo
Continuo masticando aquella carne, debía de admitir que era lo mejor que Tohru había cocinado hasta ahora, tenía un sabor agridulce muy bueno, no había probado algo así nunca, desviando su mirada hacia el suelo, vio como la cola de la rubia no estaba como de costumbre, estaba a punto de terminar cuando termino por reaccionar, Tohru le había cocinado su cola.
― Tohru.
La rubia se encontraba babeando, con una expresión satisfecha, y la mirada cristalizada, se encontraba muy rara.
― ¿Si? Kobayashi― recarga sus manos en la mesa, acercándose a la cara de esta, más de lo que le gustaría.
Kobayashi no ignora esta acción, se queda quieta mirando fijamente a Tohru, quien le sonríe ligeramente, su cara se acerca más, y en un segundo sus labios están tocándose y la rubia suelta un suspiro al sentir que los labios de la pelirroja le corresponden.
Se levantan de la silla, aún con sus labios uno encima de la otra, la rubia pega a esta sobre la pared, sus miradas se encuentran mientras toman aire. Las mejillas de Kobayashi se encuentran carmesí, nunca había sentido la necesidad de besar a Tohru como lo hizo, apenada por lo sucedido, ladeo su cabeza. Tohru al ver esto, toma su mano, para ponerla en su centro. Este se encuentra mojado y caliente, como si esto no fuera posible, sus mejillas se sonrojan aún más, trata de evadir su mirada, con vergüenza.
―Está bien Kobayashi-san― inicia mirándola con lujuria-puedes hacer lo que tú quieras...
Dicho esto, la rubia une sus labios una vez más, intensificando el beso, volviéndose más salvaje y sucio. Ambas se encontraban enfocadas en el cuerpo de la otra, tocándose, queriendo así descubrir algo que haga a la otra temblar. A ciegas, Tohru abre la puerta de la habitación, los chasquidos de sus besos y los quejidos de placer de Tohru es lo único que resuena en esas cuatro paredes. Tohru avienta a Kobayashi a la cama, haciéndola caer sobre esta. Las escamas que hacen su traje de sirvienta desaparecen antes de que lo note, dejándola desnuda ante los ojos de la pelirroja. Antes de que pueda reaccionar, ella está entre sus piernas, sacando con cuidado de no romper el pantalón, finalmente sin el, puede ver la mirada hambrienta de Tohru volverse diferente.
El mirar a Kobayashi así de indefensa, con su ropa blanca interior puesta, saco su lado animal, sus manos viajaron veloces a las bragas de esta, bajándolas sin cuidado alguno, dejando expuesta a la pelirroja. Su boca fue a parar a su entre pierna, dando una fuerte lamida con su larga lengua, así haciendo a Kobayashi temblar.
El sabor de ella sabía mejor de lo que imaginaba, motivada, siguió lamiendo todo su alrededor, tanto como sus pliegues como aquel pedazo de carne que sobre-salía, haciendo que Kobayashi empuje sus caderas hacia su boca pidiendo más, jadeando con la voz un poco ronca. Mientras más ruidos salían de la boca de la pelirroja, el empeño de la rubia se incrementaba y con eso el éxtasis de la sometida, sus caderas se movían, y su interior se apretó al venirse. Con la respiración pesada, respiro profundo para pararse rápido y cambiar repentinamente posiciones con Tohru.
― Ahora déjame complacerte― sus ojos miran directamente a los de Tohru, su mirada cambia a una vulnerable, ella se encuentra entre sus piernas, y puede sentir que tan húmeda esta ya. Su boca viaja hacia su cuello, dando pequeños besos mojados en toda su extensión, mientras que con su mano derecha empieza a masajear el clítoris de ésta. Pequeños suspiros empiezan a salir de su boca, por un pequeño momento puede notar que tiene colmillos, Tohru se inclina a besar a Kobayashi, esta vez metiendo su lengua en su boca sin pudor alguno, ella decide responder de la misma manera, bajando sus dedos un poco para introducirlos a su interior.
Un pequeño quejido sale de los labios de la rubia, sus dedos están moviéndose, Kobayashi sube la mirada mientras sigue introduciendo sus dedos en ella, la expresión de Tohru vale cada movimiento que desempeña, sus cejas están fruncidas mientras que sus labios sueltan quejidos en respuesta, sus grandes pechos se mueven al compás de su respiración pesada.
Kobayashi lleva su boca al seno de Tohru, chupando el pezón, dando lamidas alrededor de este como también mordiendo con delicadeza, mientras incrementaba sus movimientos, empezando a masajear con su pulgar, el clítoris de Tohru. Los gemidos de la rubia, se incrementan a medida de que sus movimientos se vuelven más rápidos. ― Kobayashi― dice con voz ahogada y un poco destrozada, soltó un jadeo al ver que se había corrido en la mano de la pelirroja.
Kobayashi cae exhausta a lado de Tohru, quien se encontraba respirando tranquilamente, puede ver que está se encuentra ya dormida. Una sonrisa se forma en su rostro antes de que se dé cuenta, toma la sábana que se encuentra en el armario para tapar así el cuerpo desnudo de Tohru, algunos cabellos cubren su cara, suavemente los traslada a la parte trasera de su oreja, su nariz se frunce al sentir algo que la toca, al ver este gesto, no puede evitar dejar un pequeño beso en su nariz, para después ubicarse a lado de ella y dormir, siendo recibida por los brazos de aquel Dragón.
***
Sus ojos empezaron a abrirse, y a medida que esto pasaba, podía oír con más claridad el sonido que provenía de la cocina, vistiéndose para el trabajo y atando su corbata, se preparó antes de salir a esa habitación, agarró su pelo en aquella coleta usual y poso sus lentes, viendo ya con claridad.
Saliendo de su habitación pudo ver a Kanna comiendo un huevo revuelto, se sentó adelante de ella esperando su desayuno, antes de que pudiera reaccionar el plato ya se encontraba en frente suyo, para agradecer, decidió posar un beso en la mejilla. Pero al parecer ambas pensaron lo mismo, ocasionando que se dieran un pequeño beso. Ambas soltaron un pequeño quejido, sorprendidas por lo ocurrido, tomando en cuenta que nunca se había demostrado amor en frente de la pequeña, ambas voltearon un poco asustadas por la reacción que la niña podría llegar a tener.
Pero ambas se llevaron una gran ( y grata) sorpresa al mirar los grandes ojos brillantes, las observaba con un expresión que jamás habían visto en la cara del infante.
― Wow― dijo la pequeña, con su característica voz calmada, pero tierna― Infame.
Al escuchar la palabra que Kanna había estado repitiendo a lo largo de la semana, Kobayashi no pudo evitar soltar una pequeña risa, seguida por Tohru que no pudo evitar abrazarla por detrás, pegando su mejilla a la de Kobyashi, feliz.
Ya terminado de desayunar, Kobayashi y Kanna salieron a sus directivos lugares, la cabeza de Kanna se encontraba sumergida en la imagen que había presenciado en el desayuno, debía de intentar eso con Saikawa alguna vez.
Si les gustó no olviden votar y comentar, y si quisieran ver más historias de este tipo, pueden leer mi otra historia: Más que una maid|Futa, pueden seguirme si así lo desean.
Gracias por leer 💖

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Una noche...Larga
FanfictionDespués de una larga jornada de trabajo, Kobayashi llega cansada de un tedioso dia de trabajo a su pequeño departamento, Tohru tiene algo especial que ofrecerle... "Si eres tú, Kobayashi, puedes hacer lo que tu quieras"