Imagina que vives en una burbuja de color, donde las hadas existen y las películas Disney cobran vida detrás de un disfraz de carnaval, trás las puertas de la Warner o Disneyland...
Digamos que casi todos sus días eran de color y los que eran grises no tardaban mucho en despejarse y asomar un arcoíris entre las nubes, indicando que todo volvía a estar bien.
Haya, estaba protegida en el mundo de Peter Pan, en el templo de Jasmín y en la aldea de Campanilla. No tenía problemas que no arreglase un poco de polvo de hada de la sonrisa de su hermana o de la de sus padres.
Lo que no esperaba, es que el inmortal de nunca jamás le abandonase, la pequeña hada dejase la magia y la alfombra mágica de Aladín se extraviara... y nunca más pudiese llevarla de vuelta al palacio de Agrabah.
El día que pasó todo eso, de sopetón, sin previo aviso, la cambió.
Pero no os compadezcáis, ni os alarméis, los cambios no siempre son malos, lo único duro es el viaje al cambio, pero merece la pena dejar los zapatos, pasar por ese tramo de piedras punzantes descalzo, para llegar a las colchonetas y saltar muy alto.
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Dinamita
Short StoryPodría haber llamado a esta historia "La guerra de los cuatro años" pero no lo hice, no lo hice porque solo Haya, sabe que, esa guerra fue necesaria, una enseñanza y no una masacre, pues no ha quitado vidas, solo ha robado algún que otro beso de más...
