El viajero camina por calles desconocida, sujeta la maleta
toma un taxi y se va.
Buscando un hotel para pasar la noche, entra a la recepción y una hermosa
recepcionista de ojos claro lo a tiende.
Pide una habitación para dos noches la 139 y luego pide una cena por teléfono ordena
su equipaje en el estante del cuarto, luego pide una bebida y un poco de alcohol, se va
al espejo y se queda un buen rato,
Luego se tira a la cama y saca la libreta que estaba al fondo de la maleta.
Y lee sus propios escritos
se quedo dormido pero antes en las cuencas de sus nostalgias salieron amargas gotas,
miró la luna y se despidió de la noche esa noche no pudo escribir.
Al siguiente día el viajero se despierta muy tarde a las doce.
Acabándose de levantar se mete a la ducha abre toda la llave y se tira al suelo y deja
caer el agua en su piel el ruido se escuchaba en la otra habitación.
el hambre lo hizo levantarse eran las doce y aún no desayunaba, se vistió de su camisa
preferida se alisto como si iba a salir con alguna chica para ir a ver a la recepcionista de
ojos claros.
El le preguntó disculpe me puede decir a donde queda un cafetería cerca, la
recepcionista le dijo atrás del hotel creo que hay una y aquí en la ciudad tiene mucha
fama.
Oh contesto con asombro.
Y luego se marcho
camino lo mas despacio
para matar el tiempo.
Llegó a la cafetería pidió un capuchino y tomo 5 bolsista de azúcar se sentó y con
respiración algo agitada sorbió el café muy despacio para matar el tiempo el no tenia
prisa.
Pagó la cuenta y caminó hacia ningún lugar en específico.
sintiendo la libertad en cada paso camino durante horas solo con un café de medio día.
Ya eran las tres de la tarde se propuso descansar un rato.en la sombra de un árbol en un parque de la ciudad pensando ahora como le haría
para regresar al hotel.
Al lado miro un niño con una guitarra tocando música clásica tenia el estuche abierto
para que le pudieran dar las monedas el niño cantaba hermoso y igual tocaba.
Al final el viajero se acercó y le dio un billete de 20 el chico se sorprendió y le sonrió.
El viajero siguió su marcha sin saber a donde ir estaba pensando en quedarse dormido
en el parque pero, ya estaba reservada una habitación para el entonces camino hacia
el hotel.
Paso cerca de una biblioteca.
entro muy rápido y miró como loco todos los libros, la bibliotecaria se dirigió a él.
qué libro busca ? él le dijo cualquiera no leo a autor en especifico aunque en mis
gustos están Julio Cortázar, Mario Benedetti, Pablo Neruda Gabriel García Márquez, a
el lo he leído mas siempre te lleva a un mundo de intriga con buen sabor a literatura.
Que libro quiere leer pero mejor vengo mañana a que hora puedo venir a las 12 en
adelante o bueno entonces mañana vengo bueno dijo la bibliotecaria aquí lo esperó.
sonó romántico como si tuviéramos una cita la bibliotecaria solo sonrió.
Ya eran las 5 : 22 de la tarde.
sentía que se iba a desmayar.
compró algo en el camino y lo devoró al instante después se en busca del hotel.
Al llegar la recepcionista le pregunto que tan largo quedaba la cafetería con algo de
sarcasmo el le respondió con una sonrisa en su rostro no con muchas palabras se
dirigió a la habitación al silencio al ruido del pensamiento se acostó boca abajo como si
tal estuviera muerto.
Despertó y llamo de nuevo pidió comida y más licor, después de comer se volvió a
bañar y salió de nuevo paso por la biblioteca.
Y quedo un rato viendo los libros se fue asentar al parque ya de noche miro a las
parejas agarrada de las manos besándose acariciándose y el solo miraba se cambio de
asiento y miro al otro lado de su banca una joven muy bella no estaba con nadie solo
con
un libro entre sus dedos, Tuvo miedo al acercarse
se levanto dispuesto a saludar pero, luego su timidez hizo que se volviera asentar.
Ya era mas tarde caminó en busca del hotel al llegar la recepcionista de ojos claros ya
se había ido.
Paso por el restaurante a eso de las 11:00 pm llevando unas copas de bino a la habitaciónmiro el estante y vio su libreta ya tenia rato de no escribir.
Se quedo dormido a eso de las 1: 00 am con la copa de vino abajo de la cama.
Ya la reservación del hotel vencía tenía que decidir a donde quería ir pero el pobre
viajero no pasaba de caminar errante de ver libros por las bibliotecas y de tomar.