La nieve caía sin parar sobre mí y maldije por haber dejado el abrigo en casa. ¿Quién podía pensar que una tarde soleada iba a convertirse en una tormenta de nieve?
Me rodeé el torso con los brazos y suspiré, había sido un día demasiado largo, quería llegar a casa y meterme en la cama, tal vez mirar una película.
La universidad se volvía un infierno cuando mi mejor amigo se ausentaba. Pasaba las horas tomando notas y observando el asiento vacío a mi lado, sin tener con quién conversar en los minúsculos recreos que nos otorgaban.
Acomodé la mochila sobre mi hombro y esperé pacientemente que el autobús llegara a recogerme. La noche estaba cayendo y la verdad me asustaba un poco quedarme de pie en esa acera desierta. Así que saqué el móvil y marqué su número; estaba a punto de darle a la opción de llamar cuando un pesado abrigo cayó sobre mi cuerpo.
Volteé la cabeza hacia la izquierda y sonreí. Ahí estaba como siempre, cuidando de mí. Tenía bien ganado el título de mejor amigo.
—Hola Nam, me asustaste... — no pude evitar hacer un puchero cuando vi que estaba aguantando la risa.
—Lo siento, pero sabes que me encanta molestarte. Además se notaba que necesitabas urgente un abrigo. Y como siempre olvidas el tuyo decidí traer uno extra de mi apartamento.
NamJoon era así, conocía cada parte de mí, lo bueno y lo malo. Todo el tiempo cuidándome como si fuera su hermano pequeño. Estornudé.
—Sí, no lo digas. Ya sé que me voy a resfriar gracias a estar aquí bajo la nieve.
—Exacto. Así que olvida el autobús y súbete al auto. Es viernes, puedes quedarte en mi apartamento esta noche.
Apreté los labios y negué con la cabeza. Me había prometido a mí mismo no volver a pasar la noche en su hogar nunca más. Todavía podía recordar los pensamientos que habían surgido en mi cabeza la última ocasión que me quedé en ese lugar.
—Jinnie, no te hagas el difícil y sube al maldito auto. No me obligues a cargarte en mis hombros, porque sabes que voy a hacerlo aunque grites y me golpees. — Me miró de forma seria dando a entender que sus palabras eran reales. Sin embargo un hoyuelo hizo presencia sobre su mejilla izquierda, como cada vez que decía algo mitad serio y mitad en broma.
—Está bien, pero sólo me quedo un rato en tu casa.
—Lo que tú desees, quiero estar seguro de que no te pesques una gripe. De todas formas no comprendo porqué ya nunca quieres pasar la noche conmigo, como antes.
Miré fijamente la nieve que se acumulaba entre mis zapatos, creando un manto blanco en cada lugar que se posara. Afrontar la verdad de ese comentario era algo que no estaba preparado para hacer.
Sin despegar los ojos del suelo arrastré los pies hasta su coche y me subí en él. El asiento seguía ubicado en la posición que yo usaba. Cerré los ojos y recosté la cabeza sobre la mullida almohadilla mientras NamJoon entraba y ponía en marcha el motor.
—Puedes dormir si quieres, te despierto cuando lleguemos. — Dije que sí con un movimiento de la mano. Restándole importancia a la sensación de inquietud que me atenazaba el estómago.
Fingí dormir durante el viaje entero, manteniéndome muy quieto cuando sentía la mirada de NamJoon sobre mí. Estaba seguro de que él solo revisaba que estuviera cómodo, pero de todas formas los latidos de mi corazón se aceleraban y mi respiración se volvía pesada. Estaba enamorado de mi mejor amigo, era una completa locura.
Había reconocido el sentimiento dos meses atrás, cuando era muy tarde y él me había prohibido volver a casa a esas horas, por lo que me quedé en su habitación mientras él usaba el sofá. En mitad de la noche desperté sediento, así que fui en busca de agua; pero me distraje por completo al pasar frente a él. Tenía el cabello revuelto y los labios entreabiertos, se veía tan relajado que quise guardar esa imagen en mi mente. Me di cuenta de mi error demasiado tarde, cuando me recosté en sus sábanas y el aroma de su colonia me rodeó. No pude evitar imaginarlo a mi lado, dedicándome esa expresión de tranquilidad. Abrazándome contra su cuerpo.
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[ NamJin ] Soy Tuyo. (One Shot)
RomanceSeokJin lleva meses callando lo que siente por su mejor amigo, tiene miedo de confesar sus sentimientos y cometer el error más grande de su vida; pero una tormenta de nieve y una gripe le ofrecen una inesperada oportunidad. ¿SeokJin le confesará a...