C11;Un vuelco al Corazón.

189 16 9
                                    

Tom echó a correr detrás de él, e impotente, volví a abrir mi libro. No pasaron más de dos minutos cuando me lo volvieron a cerrar.
Estaba apunto de gritar un par de cosas, pero para mi sorpresa era Julia y no Tom quien me había arrebatado mi reliquia de las manos.

-Jem tengo que contarte algo...-Se sentó a mi lado y la miré con curiosidad.

-¿De qué se trata?

-Tom ha hecho de las suyas, ya sabes...

-Oh te refieres a lo de Jake, no tengo nada que ver con eso.-Enarcó una ceja y me miró confusa.

-No... Iba a decirte que Tom había hablado con tu madre, pero ¿Ha pasado algo con Jake?-Preguntó preocupada. Reparé en lo que había dicho.

-No no, nada que tenga que ver con nosotros, pero, ¿por qué Tom ha hablado con mi madre exactamente?

-Quedan pocos días para tu cumpleaños y Tom quería hacerte un gran regalo que pagáramos entre todos, y bueno... Como ninguno sabíamos muy bien que regalarte Tom acudió a tu madre y...-Negué con la cabeza.

-No teníais por qué, y acudir a ella ha sido sin duda una mala idea...-Lamenté profundamente no haberle prohibido al completo hablar con mi madre.

-Jem, déjame acabar, la cuestión es que te hemos comprado un billete a Australia.-Todos mis pensamientos me abandonaron en un instante, ¿alguna vez has sentido eso de que se te cae el corazón? O como lo dicen en los libros, se podría decir que "el corazón me dio un vuelco".

Julia dio dos chasquidos con los dedos haciéndome volver al mundo.

-Jem, ¿Estás bien?-Asentí, ella se rasco la frente y resopló mirando a la nada.-Solo espero que te vaya bien con esa chica...Parece realmente importante para ti, ya nos has dejado muy claro que no se te da bien eso de pasar página aunque cambies de libro...-Río ante su propia ocurrencia.-Se supone que te lo dirán mañana, pero no quería que la sorpresa te matará, no estaba segura de sí te ibas alegrar o te ibas a morir...

-Gracias Julia.-Respondí sincero. Ella sonrió y se despidió, yo me quede en aquel banco replanteándome mi existencia.

Australia. Yo nunca había puesto un pie fuera del país, y ahora tendría que cruzar un océano. Solo. Y sin saber que me esperaría al otro lado.

Aline vino a mi mente de inmediato. Prácticamente la había ignorado y tratado mal, ciertamente me había planteado hasta qué punto quería o no quería saber más de ella, y ahora tendría que enfrentarla cara a cara.

Ojalá fuera como en un libro romántico, en el que nuestro amor resurgiera al vernos. Ojalá fuera tan simple. Pero la realidad era muy distinta. Y por mucho que los escépticos digan que la realidad no supera la ficción, aquello parecía sacado de un libro.

¿Has Salido de un Libro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora