¿Por qué le estaba pasando precisamente a ella?
Quería taparse los oídos, pretender que era una pesadilla.
Era la cereza sobre el pastel. ¡Debía ser una broma!
-Me gustas mucho Hinata.
No. No él.
¿Por qué él?
-Te parecerá extraño que te diga esto precisamente ahora. Tenemos mucho tiempo de conocernos, pero es hasta ahora que trabajamos juntos que he tenido la oportunidad de ser cercano a ti. Y....en el proceso he descubierto que me gusta mucho el tipo de persona que eres.
El corazón de Hinata latió fuertemente ante esas palabras y sus mejillas enrojecieron.
Esas eran las palabras que había esperado escuchar de su jefe desde hacía casi un año.
No sabía cómo había pasado, pero se había enamorado. De él que no era para nada su tipo. De pocas palabras, orgulloso y arrogante, tan extremadamente inteligente que no se esforzaba para conseguir lo que quería. Él tipo de chico que lo tenía todo en bandeja de plata. Y ni hablar de su apariencia, era muy atractivo.
Solo la idea de que él sintiese algo por ella antes le parecía un sueño. Pero ahora era una realidad.
Se sentía feliz, pero...
Se llevó las manos al rostro, frustrada.
No estaba bien. Aunque ambos se correspondieran, había un grave problema. Bueno, dos graves problemas. Uno peor que el otro, pero dos indiscutibles problemas.
Era por eso que ya se había hecho la idea de que lo mejor era que su amor no fuese correspondido. Había sido una bonita idea. Pero... ¿Porque tenía que corresponderle?
¿Porqué?
-¿Hinata?-la llamó con confusión al notar que no decía nada. Toco su mano, esperando alguna reacción.
Él suspiró.
-Sé que muchos no mirarían con buenos ojos una relación entre ambos, pero la verdad es que me importa un poco lo que digan. Que todo eso no te detenga, ¿sí?
Hinata tragó saliva.
Lo que seguía no sería fácil, después de todo no había preparado un discurso de rechazó.
-Me halaga mucho, pero...-cerró sus ojos fuertemente, sintiendo pena por ella misma. -N-no puede ser-diciendo esto se levantó de la mesa de ese lujoso restaurante y prácticamente salió corriendo.
Quería morir. Era la segunda vez en su vida que renunciaba al chico que amaba. ¿Que acaso nunca tendría suerte en el amor?
Realmente la vida no era muy agraciada con ella.
Entró a su modesto auto y arrancó lo más rápido que pudo al visualizar por el retrovisor como su posiblemente ex-jefe venía corriendo tras de ella.
Dejo escapar el aire cuando estuvo a unos cuatro kilómetros de distancia del restaurante. Deteniéndose a un lado de la autopista.
-¡Gran salida Hinata!-se dijo asimisma y se golpeó con frustración la cabeza contra el timón de su auto, sonando la bocina accidentalmente.
Perfecto.
-¿Se encuentra bien señorita?
Brincó de la impresión, con el corazón latiendo ahora más desbocado al no percatarse de que un auto se había detenido a su lado y un señor con fachas de gánster la observaba con una sonrisa de lado.
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Solo Pretension
FanfictionDebía pretender amar a alguien que superó tres años atrás. Definitivamente lo más difícil que había hecho en toda su vida, pero estaba dispuesta a todo con tal de conservar el corazón de Sakura intacto. Aunque en el proceso redescubriera cosas que e...