ANIMALS ·»✿«· [KookMin]

II

- Jimin deja de jugar con la bendita pelota y hazme caso, ya va a llegar Jungkook y tú todo lo que haces es sacar tus juguetes de la mochila. - Regaño Tae a Jimin que ahora lo veía con una mueca de tristeza. - No me vas a convencer, tú te irás donde Jungkook, y yo iré donde hyung un par de meses, luego vendrás conmigo otra vez, no tienes que preocuparte.

Jimin bufó y como pudo con sus patitas fue metiendo las pelotas, hasta dejarlas todas adentro, y donde Tae al fin pudo cerrar correctamente el cierre, ya para cuando todas las cosas de Jimin estuvieron listas, lo levantó y lo puso encima de una cama, la cual se llevaría Jungkook para que pueda dormir, al lado de la cama estaba su mochila de pato, unas pelotas más, más un mordedor de cuerda, además de que le había puesto un lacito azul a Jimin para que se viera presentable, este al ver lo que le coloco solo puso mala cara.

- ¡Sonríe! - Gritó Tae como si Jimin lo pudiera hacer en esa forma y tomando la foto con su celular, de inmediato la subió a Instagram, en donde todos la pudieron ver, incluido Jungkook.

- Y listo, Jungkook ya debe de estar por llegar, así que no te duermas, porque sé cómo te pones al despertar. - Ordenó Tae a Jimin, pero este ya se había dormido en esa suave y perfecta cama.

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- ¡Ya son treinta minutos tarde Jeon Jungkook! - Y si, ¿Como lo sabían? ese grito fue Kim Taehyung, quien al no contar con un excelente paciencia, se había molestado al ver a el menor llegar treinta minutos tarde, y aún más al ver el aspecto sucio y mugriento que tenía.- ¿Y a ti que te paso? Te asaltaron ¿o qué?

- Gracias por tú gran preocupación hyung. - Jungkook rodó los ojos en cuanto vio Taehyung, la verdad es que había estado limpiando toda su casa, para darle una bienvenida grata al nuevo miembro. - ¿Donde está mochi?

- Aquí... - murmuró Tae quien empezó a acariciar la pancita de Jimin mientras este le mordía los dedos. - ¿Por qué llegaste tan tar-

Tae paro de hablar al ver a un nuevo espécimen mugriento convulsionando en el piso de su sala de estar. - ¡Oh! Encontré a un homunculo.

- ¡Hey! - Y toda la habitación se llenó de risas por parte de Tae y de quejas por parte de Jungkook - ¡Hyung! ¡Ya te he dicho que dejes de llamarme así! - Reclamo Jungkook cuando por décima vez su hyung lo llamaba de esa forma.

- Ya, ya, ya esta bien...

- Ahora sí, dame a mochi... - Jungkookie estiró los brazos como un niño esperando recibir un regalo, y eso era, un regalo caído del cielo porque esa pequeña mota de pelo parecía un angelito, uno perruno, pero al fin y al cabo un ángel.

Jimin ladró, no en forma de agrado como lo había interpretado Jungkook, si no uno de molestia, si pudiera transformarse le hubiera gritado a esa rata gigante que no le agradaba estar con él, solo lo hacía por Taehyung. - ¿Ves? ¿Ves? Quiere estar conmigo...

- No lo creo... - Un susurro lo poco audible como para que Jungkook lo escuchase, elevó entre sus brazos a Jimin y se lo pasó a Jungkook juntó con las demás cosas, el bolsito, y la cama. - ¡Listo! Recuerda, yo lo vendré a buscar, porque es mío, además Jin hyung va a...-

Taehyung se había quedado hablando solo, ya que el menor se había ido en cuanto tuvo a mochi en sus brazos. - Me parece una falta de respeto...

Murmuró, pero sonrió en cuanto se dio cuenta de algo, esos dos tenían algo especial, a pesar de que Jimin repitiera y repitiera como un disco rayado que no le gustaba el humano con cara de rata, sabía que le gustaba, ese sonrojo en sus mejillas sabía que no eran naturales como él había dicho.

Esperaba que por lo menos Jungkook lo cuidara bien, y que no se pusiera triste cuando llegara a conocer la verdad, o que lastimara a Jimin, aunque no fuera el mismo, o tuviera los mismos recuerdos, seguía siendo él, Jimin, le rogaba a Dios que nada fuera a pasar, aunque vivieran en un mundo mágico, y extraño, no quería que nada ocurriera.

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