Llegó el día Lunes, y como era de esperarse me levanté muy ansiosa pues lo vería de nuevo, pensé en verme linda otra vez pero, ¿quién se puede ver linda con el maldito uniforme? Y además, la última vez que nos vimos no dijo nada sobre mi apareciencia así que pensé que no había llamado su atención en absoluto.
Tomé mi mochila y me dirigí hacia mi destino diario, la escuela. Me encantaba asistir y con él ahí, mucho más. El día transcurrió con normalidad y la hora por fin había llegado, estaba aún más emocionada que el día anterior porque ésta vez fue él quién decidió que deberíamos vernos.
Me senté en una banca y mis amigas lo trajeron hacia donde yo me encontraba, él me saludó con un beso en la mejilla, como la última vez que nos vimos, se despidió igual. Empezaba a acostumbrarme a ese beso, pero aún así me sonrojé.
Mis amigas ésta vez no decidieron irse así que comenzaron a molestar, diciendo que ya se estaba tardando y muchas cosas más. Por lo visto a él le incomodó, no lo juzgo porque yo estaba igual. Les eché una mirada a mis amigas para que se callaran y por lo visto habían entendido. Pararon sus burlas y todo comenzó a ser más lindo para mí. Se había creado un silencio enorme, para romperlo él decidió decir "¿Sabes? Se me está haciendo demasiado tarde, en serio lo lamento de nuevo. Pero quisiera seguirte viendo, ¿te parece?" Yo sólo le dije "¡Claro!".
¡Maldita sea! Odiaba profundamente lo boba que me ponía cuando él estaba cerca, normalmente yo era bromista y decía cualquier tontería pero con él cerca no podía ni siquiera pensar, mis capacidades mentales se bloqueaban cuando lo veía o escuchaba. Él estaba apunto de irse entonces una de mis amigas gritó "¡Pídele su número, tonto!". Él sólo comenzó a reír y se dió la vuelta dirigiéndose a mí, yo me sonrojé porque sentí vergüenza por cómo lo habían llamado. Él me sonrió como era de costumbre y sacó su teléfono, abrió el apartado de contactos, y entró a la sección *crear contacto nuevo* y me dió su teléfono, "Anota tu número, así podremos estar en contacto", yo lo tomé y anoté mi número, estaba dudosa del cómo debía registrarme, mi mejor amiga se acercó a mí y me susurró "Regístrate como *El amor de tu vida*" yo sólo comencé a reír y le dije susurrando "No seas estúpida. No haré eso, que vergüenza JAJA".
Ella comenzó a reírse a carcajadas al ver que yo me registré con mi nombre, sin emojis, apodos, sin nada. Con mi mismo nombre tal cuál. Le devolví su teléfono y el sonrió al ver la pantalla y se despidió de mí con un beso en la mejilla, y se fue.
Como teníamos un trabajo mi mejor amiga se quedó en mi casa, y ambas esperábamos ansiosas a que él me escribiera, no lo hizo hasta dos días después cuando yo menos me lo esperaba. Me sobresalté cuando de un número desconocido me llegó un mensaje que decía, "¡Hola niña bonita! Soy yo, éste es mi número, puedes registrarlo" yo prácticamente grité al saber que era él. Automáticamente sin pensarlo muy bien le contesté "¡Hola! Llevo esperando tu mensaje DÍAS. ¿Te olvidaste de mí?" y presioné enviar. ¿¡EN QUÉ ESTABA PENSANDO!? ¿Por qué le había mandado esa tontería? Iba a pensar que era una urgida y que era una niña sentida. Me arrepentí instantáneamente y sólo dije "¡Mierda!"
Él contestó "Jaja, en serio lo lamentó pero tenía muchos deberes y normalmente reviso el teléfono después de hacerlos, pero en serio. Siempre tuve en mente que tenía que escribirte, no te olvidé", yo apenada le dije que no había problema alguno, que sólo estaba bromeando. Comenzamos a platicar, hablamos de mis intereses y de los suyos, coincidimos en muchas cosas. A él le gustaba cocinar a mí me encantaba. Le gustaba la música y yo la amaba. En una de esas tantas pláticas me dijo "¿Qué te gusta cocinar? Yo me enfoco más en los platillos fuertes, en las entradas" yo contesté "Bueno, eso me sorprende. Yo me voy más a por los postres, sé hacer de casi todo. Pasteles, cupcakes, brownies. De todo, tú dime que quieres y yo lo preparo". Él me dijo "¡Wow! ¿En serio? Hacemos muy buena pareja, en un futuro deberíamos abrir un restaurante, ¡seríamos los mejores de el país!".
Normalmente me parecería una idea demasiado estúpida pero por primera vez pareció ser la mejor idea que había escuchado jamás. Así que le dije "JAJA, me encanta la idea. Tenemos que pensar el nombre"
Los días pasaron y continuamos hablando, normalmente a la hora de sacar tema de conversación entro en pánico y termino preguntando cuántos tenedores tienes en tu casa, pero con él todo era tan fácil. Nuestras conversaciones fluían tan bien que no podía creer que en tan poco tiempo nos lleváramos tan bien. Nos empezamos a tener confianza y nos contábamos todo, nos ayudábamos con las tareas, nos dábamos consejos, intercambiábamos recetas, pasábamos mucho tiempo juntos cuando nos veíamos en persona, mi parte favorita del día era cuando llegaba la hora de verlo y de hablar con él. Yo pensé que él ya sabía que yo sentía algo por él pues siempre había sido muy obvia, pero al parecer él no se había percatado de nada, y eso me sorprendió.
Después de casi 2 semanas de hablar me confesó algo, sinceramente nunca pensé que fuera así. Simplemente pasó y fue lo mejor.
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Amor fugaz⚡
Teen FictionUna historia real que habla sobre lo que yo viví. Una historia sobre el chico al que quise con toda mi alma.