Él estaba solo, su tierra había sido abandonada por los dioses, dejada en el olvido, él había quedado atrás, exiliado por su propia raza. Ahora era el unico hombre sobre la tierra que poco a poco perdía la cordura sabiendo que en algún momento moriría estando solo y nadie estaría allí para penar por su muerte.
Un dia cualquiera después de salir a recolectar recursos regreso a su casa, agotado fue directamente a su cama, se acostó e intento dormir cuando escucho un aterrador sonido que no había escuchado desde hace mucho tiempo.
Toc Toc
Tocaron a su puerta.