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Tarde.
Llegaba a clases MUY tarde.
Tras vestirme, en vez de ir directo a clases, me quedé en el cuarto leyendo, y se me fue la nación del tiempo.Primer día y ya llegaba tarde, genial.Llegue al aula de Pociones y aun no sabía que decirle al profesor,de seguro que nos quita puntos.Al final decidí entrar he improvisar.No se que pasaría, pero espero tener suerte.
Entré con los ojos cerrados y pasos pequeños,pero cuando abrí los ojos,pude ver que el asiento del profesor estaba vacío, lo cual indicaba que se había ido. La suerte estaba de mi parte hoy.
Busqué un lugar donde sentarme, y mientras buscaba un sitio libre pude ver que compartíamos clases con los Gryffindor, genial. Decidí sentarme junto Dom.
—Llegué a tiempo—Dije mientras abría mi libro y libreta.
—Solamente tuviste suerte.
—Por favor, no digas nada. —Le puse la cara más triste que pude hacer, eso siempre solía convencer a mis amigos.
—Lo intentaré—Tras decir eso sonrió enseñando sus blanquecinos dientes.
—Sucia bruja—Le pegué un codazo.
—Estúpido, cierra la boca, ya ha llegado el profesor.
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Después de clases decidí ir a buscar a mi hermana, seguramente ya estaría por irse, y quería despedirme de ella.
Mientras caminaba iba tarareando una de mis canciones favoritas, Lane Boy. Miraba mis pies, que en esos momentos eran la cosa más llamativa que podía ver,creo que debería de comprar unas Vans nuevas, estas ya estaban demasiado viejas.
De repente, me encontraba en el suelo. Me dolía mucho mi apreciado trasero. Sea quien sea morirá por el poder de Zack enfadado.
Cuando levanté la mirada, reconocí a la perfección de quien se encontraba en el suelo, con cara de pocos amigos.
Ella se levantó, pero tenía sus ojos cerrados. La gente diría que es por vergüenza, pero es por intentar no matar a nadie, la conozco demasiado.—¡Sam!—Dije mientras me enganchaba cual koala en sus piernas.
—¡Zackie!Por un momento iba a sacar mi sartén—Decía con tono divertido.
—Serás mala,siempre agresiva.—Me limpié una lágrima falsa.
—Ahora, me gustaría poder andar. —Ella intentaba andar, pero nadie se libraba de mí.
—Nu, te quedas conmigo, necesito amor.—Puse mi mejor pucherito.
—Pues conmigo no lo encontrarás.—Bufó.
—Caiate.
—Caiame.—Decía mientras reía.
—Y sigues robando mis técnicas. Muy bien pequeño saltamontes. —Ya conseguí lo que quería, así que la solté.—No mates a nadie, por favor.
—Vale. —Decía mientras cruzaba sus brazos, a lo que yo aproveché para abrazarla.—¿Que quieres,Zack?
—¡Amor!—Le di un sonoro beso en la mejilla.
Ella río y me soltó, se perfectamente lo que quiere. Saqué de mi bolsillo un paquete de Oreos y se lo enseñé.
—¡Dámelo!-Gruñía mientras tendía un brazo.—No querrás que te de con mi sartén.
—Siempre tan agresiva.— Le solté las galletas en la mano.
—Así me amas. —Decía mientas me sacaba la lengua.
—Eso te crees tú.
—Siempre igual. —Me abrazó antes de irse comiendo una de las galletas que le había dado.
Tan estúpida y genial a la vez.
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El diario de un estúpido sin remedio.
Fanfiction"Cualquier casa menos Hufflepuff, por favor." Aún recuerdo esa frase que dijo un pequeño niño de no más de 12 años, la recuerdo y río, porque... Nah, no calló en Hufflepuff, una alegría para ese niño. Y diréis... "¿Ese niño eres tu?" No, es Pepa Pig...