Annabelle → Liam Dunbar / Teen Wolf

9. Condition Terminal [Parte 2]

Cuando entramos, al principio creí haberme quedado ciega, pero luego vi un poco de iluminación y se me pasó. Continuamos caminando por un pasillo bastante oscuro, al principio caminaba sin preocupación, pero luego casi me voy a la mierda por algo que estaba en el suelo por lo que me sujeté del brazo de la persona que estaba caminando adelante mío.

― ¿Quién eres? ― Le pregunté acercándome a mi salvador guiador por la oscuridad. Lo único que sabía era que era hombre porque su brazo tenía las características masculinas típicas.

― Soy yo ― oí que decía por lo bajo, lo suficiente como para no poder reconocer cual de mis dos amigos era.

― Oh, muchas gracias, "yo" ― hablé con sarcasmo ―. Cual es tu nombre, idiota. ¿Mason o Liam? O... ¿misterioso y sexy desconocido?

Pude sentir como puso los ojos en blanco, bueno, en realidad no, pero supongo que lo hizo ―. Liam.

― Ah, ¡qué bueno! Justo lo que me faltaba ― hablé riendo y abrazando más fuerte el brazo de Liam.

Caminé hasta quedar junto a él, apoyé mi cabeza en su hombro y cerré los ojos, aunque eso no servía de mucho debido a que no había luz en sí, así que... Bueno, como les decía, seguimos caminando hasta toparnos con que nuestro camino era interrumpido por unas cadenas que caían del techo. Pasamos por esas cadenas y... empezó la fiesta.

La luz era muy poca y se podía encontrar cualquier clase de personas con cualquier clase de orientación sexual, cosa que estaba genial a menos que te enamoraras a primera vista de un chico y que él sea gay; en ese caso podías usar una de las cadenas que caían del cielo para ahorcarte.

Había distribuido por el lugar caños dónde habían chicas y chicos bailando y cabinas dónde también bailaban. Luego, si querías llegar a segunda base con quien sea, ibas a atrás y las cosas pasaban por si solas. A parte de eso estaba también el mini bar y la parte del DJ.

― ¡Woooo! ― me lancé gritando hacia adelante para que la fiesta realmente comenzara.

― No, no, no ― me detuvo Liam. No le habría prestado atención pero tuve que hacerlo porque me tomó de la cintura para que no pudiera escaparme ―. No harás nada de lo que te arrepentirás luego.

― Pero... Agh, ¡vamos! No me arrepentiré de nada... ― Puse mi mejor cara de perrito bajo la lluvia. Liam miró dudoso a Mason, pero este negó con la cabeza.

― Yo iré contigo a donde sea que vayas hoy ― sentenció el rubio de ojos azules.

Rodé los ojos ―. No es como si necesitara una niñera, chicos. En serio, me estoy cansando de que actúen así ―, y esa fue una gran mentira. Obviamente que amaba que quisieran protegerme de los idiotas aprovechadores.

Comencé a caminar como niña enojada, sentía como Liam me seguía porque olía su característico aroma.

― Hola, preciosa ― dijo una voz grave y seductora pasando por mi lado y tomándome de la cintura. Era un chico muy guapo, parecido a esos modelos de ropa interior masculina.

Sonreí y acerqué mi boca sus labios, pero sin tocarlos todavía ―. ¿Cómo ha estado tu día?

― No, no. Esto si que no―sentí como Liam me tomaba de los hombros y me empujaba en otra dirección. Dejó de empujarme cuando llegamos frente a Mason―. Oye― lo llamó su amigo―. No tenemos edad para estar aquí.

Yo rodeé los ojos, pero Mason miraba en una dirección en específico―. Él tampoco.

Liam y yo nos giramos a ver a quién se refería  y quedamos con la boca abierta. Brett estaba ahí, bailando y besándose con una chica. Esa podría ser yo, pensé.