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A las tantas, me desperté porque tenía ganas de orinar, cuando salí del baño, noté actividad sospechosa, Zico, el novio del mantenido, salía caminando sigilosamente.

Yo entrecerré los ojos y pensé en que, quizás, engañaba al mantenido amargoso ese, por lo que, sería divertido desenmascararlo. Me apresuré hasta mi habitación, donde me puse ropa abrigada, y salí corriendo detrás de él.

Caminamos por varias calles desoladas, yo lo seguía desde muy detrás, escondiéndome detrás de árboles y contenedores de basura, me sentía un ninja, y un poco acosador también.

—¿Crees que no me di cuenta que me sigues? — preguntó de repente volteando a verme. Yo bufé, saliendo de mi gran escondite, y caminé hacia él —Regresa a dormir, niño—

—Sabes que, aunque me lo digas, no lo haré, y más, si me llamas niño, oxigenado dos—

—... ¿Quieres acompañarme? — preguntó alzó una ceja.

—¿Puedo? — le pregunté escéptico.

—Mientras no se lo cuentes a tu primo—

—Bien— dije comenzando a caminar a su lado.

Caminamos por varias calles, estábamos muy lejos de la posada, me sentía bastante cansado, cuando de pronto el rubio doblo por un callejón y entramos por una puerta oxidada que decía 'prohibido el paso'.

Luego de caminar por un pasillo oscuro, llegamos hasta un salón, donde en el centro observé un cuadrilátero, y como en este, dos sujetos se golpeaban salvajemente con kickboxing.

—¿Qué es este lugar? — le pregunté algo incómodo; no me agradaba estar allí, apestaba a sudor y había varias ratas muertas en el suelo.

—Mi lugar de trabajo— contó, encaminándose hacia un viejo, que tenía una libreta en su mano.

—¿Peleas allí? — le pregunté siguiéndole el paso.

—De alguna forma hay que sobrevivir. Tú aun eres un niño sin responsabilidades, no entiendes lo que es conformarte con lo que sea— dijo mientras agarraba un lápiz y escribía su nombre en la libreta de aquel sujeto.

—Pero se ve muy violento; ¿a tu novio no le importa? — pregunté inseguro, guardando mis manos en mis bolsillos.

—No lo sabe— dijo —Hay un sujeto con habilidades curativas por lo que, Suga jamás sospecho de este lugar—

—Pero los sujetos con habilidades de súper-fuerza ¿no tienen la ventaja? —

—Hay un anulador como JiMin— contó.

—Vaya, existen más de esas cucarachas— solté con desagrado, frunciendo mis labios.

—Mejor que el gordo no te escuche o recibirás una paliza o peor, te matará; esta clase de personas no son con las que debas meterte. Te lo advierto, en el caso que hagas una estupidez no te ayudaré— y sin más se fue por una puerta. Yo bufé y me recosté contra una pared a ver el show.

La pelea dentro del cuadrilátero, terminó cuando uno de los sujetos cayó, el otro levantó los brazos, victorioso.

En ese momento unos sujetos de trajes negros se subieron al cuadrilátero y cargaron al sujeto que perdió, y se lo llevaron de allí mientras este gritaba con horror.

—Te ves sorprendido— comentó el viejo de la libreta acercándose.

—Bastante— solté. ¿Desde cuando alguien se ponía así sólo por perder una pelea?

La posada [JIKOOK] EDITADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora