Misterioso Amor(PAUSADA)

Capitulo 9: Descontrol

Mire mi reloj y Fidel llevaba 10 minutos de retraso, pero alguien toco mi hombro, haciéndome voltear de inmediato, era él.

—Perdón por el retraso.

—No pasa nada, vámonos—dije y empezamos a caminar.

Al llegar al cine, estaba emocionada ya que sería una buena experiencia para él.

—¿Vas a comer algo?—dije viendo los combos que había en el letrero del mostrador.

—Sabes que no como comida de humanos—me sobresalte al escucharlo, porque era verdad, ¡que torpe soy!

—Cierto, perdón—dije y el rodeo los ojos.

Sentados en los asientos viendo la película, era tan agradable, voltee para verlo y me pregunte porque los Demonios podían tomar forma tan perfecta, es decir como pueden ser tan guapos, yo me los imaginaba feos y con cuernos o más bien fantasma que se apoderan del cuerpo de los humanos, como la película de "El exorcismo de Emily Rose" esa película estuvo muy aterradora, en eso él se dio cuenta que lo observaba y volteo hacia mí, haciendo que mi reflejo me indicara que tenía que voltear.

—¿Tan bello estoy?—una risilla se escuchó de parte de él.

—No es eso tonto—dije avergonzada.

Al salir del cine el estiro sus brazos, la verdad estaba un poco aburrida pero aun así fue agradable. Paseábamos por la ciudad hasta que se dio la noche, pero en eso Dimitri el compañero de Fidel apareció repentinamente atrás de nosotros. Dándome un susto horrible.

—Diablos Dimitri no te aparezcas así de la nada—dijo Fidel molesto metiendo sus manos en el bolsillo del pantalón.

—Discúlpenme, Fidel tienes que venir conmigo—la cara seria de Dimitri me causaba escalofríos.

—¿Paso algo?

—Si, Varios Demonios se empezaron a descontrolar.

—¿Qué? Voy contigo—dijo Fidel, pero en eso recordó que andaba conmigo—Tu también vas.

Tomo mi mano y Dimitri hizo lo mismo que hizo Fidel, abrió un portal al cual entramos, pero esta vez aparecimos afuera del edificio del consejo. Al entrar Alix estaba esperándonos, caminamos detrás de él y entramos a un lugar, parecía como un sótano gigantesco.

—Alix, ¿cómo sucedió?—Pregunto Fidel caminando hasta donde estaba Alix.

Había algo cuadro tapado con una sábana roja, era muy grande, Alix destapo eso y estaba algo volviéndose loco, un espectro totalmente descontrolado.

—Al parecer tiene el mismo virus que utilizo el Rey Demonio para convertir a los humanos en bestias como el, pero lo que no concuerda aquí, es como puede también descontrolar a los mismo Demonios—Alix observaba muy detenidamente al Demonio.

Fidel se acercó a la jaula donde estaba el demonio, tenía todas las venas de su cuerpo abultadas, como si estuvieran muy inflamadas, unos cuernos en su cabeza lo hacía aún más tenebroso, pero lo más raro de todo esto eran sus ojos, ya no eran de color rojos, sino un amarillo anaranjado. El Demonio Grito tan fuerte que tuve que tapar mis oídos, fue tan horrible.

El Demonio se detuvo, empezó a oler algo, miraba para todos lados...hasta su horribles ojos se fijaron mí, se trujo más y más, sin dejar de verme. Golpeo la jaula tanto que sus manos y brazos sangraron...en eso puso sus manos en los tubos y con una fuerza enorme empezó abrirlos y eso puso alerta a todos.

—Alix, ¡saldrá!—Grito Fidel. El me miro e hizo una señal a la puerta, era claro que me decía que me fuera.

Corrí hasta la salida, pero el Demonio emitió un grito, que hizo que volteara. Me quede paralizada, al ver que el Demonio me estaba viendo.

—¡Vete de aquí!—grito Fidel con todas sus fuerzas.

En eso el Demonio se abalanzo hacia mí, yo ponía mis manos en su cara, para que no me hiciera nada, me olfateo toda. Yo no sabía qué hacer.

—¡Fidel! ¡Ayúdame!—grite y el Demonio me tomo del cuello, levantándome del suelo.

El Demonio se paralizo, soltándome de inmediato, tosí y pude respirar el aire. Fidel fue el que paralizó al Demonio, solo con estirar su mano algo mágico expulso así haciendo que el Demonio se paralizara hasta perder el conocimiento.

—¿Estas bien? ¿Te hizo algo?—Me pregunto Fidel muy preocupado.

—Estoy bien—dije y me ayudo a levantarme del suelo.

—Alix, ¿Por qué no hiciste algo? ¡La pudo haber matado!—le grito Fidel a Alix muy molesto. Pero el solo se quedó en silencio un momento. Al ver que el Demonio podía despertar en cualquier momento, ordeno a otros Demonios que lo amarraran.

Entro corriendo Marco, preguntando qué había pasado...llegaste tarde Marco.

Fidel tomo mi mano y salimos de ahí, hasta llegar a la entrada del edificio.

—Debiste de haberte ido cuando te dije—dijo molesto, sus ojos reflejaban preocupación y por supuesto enojo.

—Lo siento...es solo que me asusté mucho...aun lo estoy.

Puso sus manos en mis hombros.

—Te protegeré.

Eso me hizo sentir aliviada, como su pudiera confiar en el por completo.