Public Sex [BTS]

Callejón [VKook]

— ¡Alto ahí! — gritó el oficial Kim mientras perseguía al presunto ladrón de la tienda de conveniencia.

Había sido un día tranquilo para el oficial, haciendo su ronda de vigilancia por vecindario, su turno acababa de terminar el sol comenzaba a esconderse, así que decidió ir por un café antes de partir a casa, al entrar a la tienda chocó su hombro izquierdo con un chico que salió corriendo, no pudo verle la cara, sin embargo, al escuchar los gritos del dueño de la tienda se dio cuenta de que se trataba de un robo y sin pensarlo salió corriendo tras el maleante.

El chico corría rápido, pero eso no haría que lo dejara escapar, lo siguió por al menos 5 cuadras y cuando dio vuelta en un callejón sin salida, el chico había desaparecido.

Se adentró a ese callejón oscuro, el ladrón no podía desaparecer así, fue muy cuidadoso en cada paso, pero jamás esperó que alguien lo girara pegando su pecho a la pared y aprisionando sus manos detrás de él, impidiendo cualquier movimiento.

— Pero miren que tenemos aquí, un lindo oficial, ¿no le han enseñado a no meterse a callejones oscuros? —.

— ¡Suéltame maldito ladrón! — intentó moverse, pero el chico era demasiado fuerte, ¿qué le habrán dado de comer?

— Mire oficial, robé algunas bolsas de ramen, pero es por necesidad, soy como Robin Hood —.

— Sí claro, y yo soy famoso. Hiciste algo ilegal y tienes que pagar por ello —.

— Me declaro culpable y creo que usted, necesita darme una sentencia —.

— Eso lo decidirá el... ¿Qué estás haciendo? — El chico había comenzado a restregarle el pene en su trasero.

— Pues estaba pensando es meterte la polla, pero como me he portado mal, te daré el honor de que me la metas tú — susurró en su oído.

— ¿Estás demente? Como si yo me fuera a meter con un ladrón —.

— Vamos oficial que no muerdo, ¿hace cuánto que no lo hace?, ¿hace cuánto que no disfruta del sexo rudo, de poder meter su polla sin contenerse? —.

El oficial no lo quería admitir, pero esas palabras lo estaban calentando.

De un momento a otro el ladrón lo volteó y finalmente ambos se vieron las caras.

— Joder que me estoy arrepintiendo, creo que me gustaría ver ese lindo rostro lleno de placer mientras te embisto tan frenéticamente que no podrás pensar en nada más que en gemir—.

— C-cállate — dijo aún con sus manos siendo detenidas por el chico.

— Si quieres que me calle tendrás que hacerlo de otra forma oficial... Kim — dijo al ver su nombre en el uniforme — o de otra manera seré yo el que te calle metiéndote mi enorme polla en esa linda bo...—.

Antes de que terminara la oración, el oficial lo estampó en la pared contraria — Tú te lo buscaste — y lo besó.

Ambos se besaban desesperadamente mientras se frotaban intentando conseguir algo de placer en el movimiento.

Las manos del oficial no perdieron el tiempo y le desabrochó el pantalón, bajándolo hasta debajo de su culo junto a su ropa interior.

— Parece que andas muy desesperado oficial —.

En respuesta, el oficial lo volteó dejándolo en la misma posición en la que él se encontraba.

— Parece que los roles cambiaron — desabrochó sus propios pantalones sacando su erección y masajeándola un poco, escupió en su mano para luego embarrar su saliva en la entrada del otro — Veamos si te sigue gustando — dicho esto, metió la mitad de su pene escuchando como el chico ahogaba un grito de dolor. La lubricación había sido poca por lo que al principio moverse le fue difícil, pero gracias a la excitación que le producía el escenario, su pene comenzó a emitir mucho líquido pre seminal que ayudó a que lo penetrara completamente.