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"Jennie unnie ¿Podemos ir a comer juntas?"

"Lo siento pero iré con unas compañeras del salón".

Era Lunes por la mañana, lo malo, tenía que ir a la escuela, lo bueno, iría con Jennie Unnie; ella vive a dos casas de la mía pero en la acera de enfrente, todos los días paso por ella, caminamos juntas a la parada del bus escolar y nos sentamos una al lado de la otra. La misma rutina de la que nunca me cansaría de hacer.

Me aliste lo más rápido que pude, ya estaba retrasada y a Jennie Unnie no le gustaba la impuntualidad. La amo por eso. Como amigas claro.

Cuando llegue a su casa ella estaba esperándome afuera sentada en los escalones de la entrada de su casa, con sus audífonos y leyendo un libro, típico de ella, pues decía que quería estar bien preparada para cuando entrara a la Universidad, ¡Pero qué va! Ella ya era inteligente ¿se podía ser aún más inteligente?

Cruce el césped perfectamente cortado de enfrente y me acerque a ella, cuando le hable era obvio que no hiciera caso a causa de sus audífonos, asi que le toque el hombro y aparto su vista del libro para voltear a verme con esos ojos chocolates que tenía. La amo. Me obsequio una pequeña sonrisa y entonces emprendimos camino al bus escolar. ¿Ya dije que la amo?, como amiga.

En el camino iba platicando algunas cosas que me habían pasado durante el fin de semana. Digo "iba platicando" porque unnie solo me escuchaba atentamente.

—Entonces iba corriendo, pero no me fije por donde y me caí, raspándome las rodillas...— toque una de mis rodillas —Jichu, eso ya lo sé— me interrumpió deteniéndose en la parada del bus —Yo estaba ahí cuando ocurrió eso ¿Lo recuerdas?— me miro con una sonrisa en los labios.

¡Pero claro que lo recuerdo! Porque tú me curaste y me vendaste mis rodillas, me acompañaste a casa y esperaste hasta que dejara de llorar y me quedara dormida. ¿Cómo olvidarlo?

Llegamos a la parada del bus escolar y antes de que subiera, hizo una pequeña ráfaga de viento lo suficientemente delicada para que el cabello de Jen se revolviera un poco y con ello mostrara una hermosa pero pequeña sonrisa, haciendo de esto la escena más perfecta ante mis ojos.

Subimos al bus, me senté a lado de ella y deje que recostara su cabeza en mi hombro para que en el transcurso del camino cerrara los ojos, y hacer que durmiera aunque sea un rato. Entonces yo aprovechaba para mirar cada detalle de su hermoso rostro.

Cuando llegamos, bajamos y sus amigos la estaban esperando y mis amigos a mí. Se despidió como siempre, diciéndome que tuvieran un gran día y que no la esperara pues se iba a quedar otro rato más en la escuela, quería estudiar un tiempo extra. Y se fue con sus amigos.

No sé porque pero empiezo a sentirme celosa de ser dos años más chica que ella y sus amigos, de no verla todo el tiempo en la escuela como sus amigos, de no escuchar su voz en todo momento posible, de no poder ver esas sonrisas que le da a sus amigos. Soy su amiga, su mejor amiga, pero en la escuela pareciera que solo soy una compañera.

Yo rezaba porque llegara la hora del almuerzo, asi podía verla, ver lo que hace y ver con quien estaba.

Estaba en la cafetería con mi amiga Na Yeon esperando en la fila por nuestros alimentos, ella estaba platicándome algunas cosas que le habían sucedido en el fin de semana, y le estaba prestando atención, lo juro, pero después toda mi atención se fue en buscar a Jennie Unnie, necesitaba ver donde estaba sentada y si había alguna mesa vacía a su lado.

Cuando tomamos nuestra charola de comida, Na Yeon buscaba mesa y yo busca a Jennie, hasta que la encontré cerca del gran ventanal de la cafetería y para mi buena suerte había una mesa vacía a lado de ella, sin dudarlo tome de la muñeca a mi amiga y caminamos en dirección a aquella mesa.

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⏰ Última actualización: Feb 26, 2021 ⏰

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