Mi Destino Marcado

Capitulo 5

-¡Charlie!- grité sin pensar, sonriendo como tonta y levantandome de mi asiento.

Todos me mirarón algo...¿Sorprendidos? No lo se. Sentí mis mejillas arder y baje mi vista hacia el suelo. Mirando mis pies. "Que vergüenza, no me gusta que todos me miren."

Escuché la risita de Charlie, mientras se acercaba. Sentí su gran mano acariciando mi cabeza y no pude evitar soltar una pequeña sonrisa.

Charlie es un gran amigo. Sinceramente, nunca me imagine tener a alguien tan considerado y amable como el.

-¡Me alegra que por fin vengas! - dije con la alegría que sentía en ese momento.

-A mi también- respondió fingiendo una sonrisa.

Definitivamente la ha pasado mal. Supongo que le preocupa mucho su hermana Karina. Yo me pondría a llorar con tan solo verla recostada en la camilla. No se como Charlie soporta algo asi...

-No finjas sonrisas conmigo, por favor- afirmé algo triste y bajando la mirada ligeramente. Vi que se sorprendió un poco, ya que entre abrio sus labios y después los volvió a cerrar, como si quisiera decir algo.

-Asi es Charlie - interrumpió Amber- nosotras somos tus amigas y puedes contarnos lo que necesites.

-Lo se - admitió - es solo que estoy algo preocupado, Karina tuvo una repentina fiebre y se veia algo pálida cuando la deje con mi mamá en el hospital...- la voz se le fue apagando con cada palabra que decía ¡Oh Diosas! Charlie...

-No te preocupes Charlie - tome su mano con suavidad y algo de timidez - tu hermana se pondrá bien y podrás llevarla al parque todos los fines de semana como siempre solias hacerlo - subi mi rostro para verlo y no puedo evitar que una sonrisa se me escapará al recordar como me narraba sus "aventuras" juntos, cuando Karina se sentía mejor y Charlie siempre sonreía al contarme sus fines de semana -solo no pierdas la esperanza.- concluí.

-¡Elizabeth! - gritó Amber desde su lugar mirando hacia la entrada, rapidamente me di cuenta de lo que estaba haciendo y lo solté de inmediato.
Charlie frunció el ceño y me miro extrañado. Yo solo me encogí de hombros en respuesta.

Aunque el gesto que le hice a Charlie fue solo con el cariño de una simple amistad, se puede malinterpretar fácilmente.

Aunque ya no esten juntos, ella sigue queriendolo con locura. Recuerdo que una vez, Elina, otra chica de nuestra clase, se le acercó a Charlie para preguntarle la tarea, Eli se puso como loca. Estoy segura de que si Amber y yo no aparecemos, la chica no estaría aquí para contarlo.

-Ho-Hola Elizabeth- balbucé nerviosa- que alegría que llegas. Mira quien decidió venir hoy.

Ella me miró y después paso de largo hacía su lugar, que esta a un lado de Amber.

-¿Elizabeth? - Ella ni siquiera se inmutó de nuestra presencia y se sentó seria. Entrelazó sus dedos y puso sus codos sobre la mesa. Mirando hacia abajo.

¿Que le pasa? Si nos hubiera visto, no reaccionaria así.

-¿Eli?- repetí con la voz más suave que tenía pero no recibí respuesta. Miré a Charlie y después a Amber en repetidas ocasiones. Como si buscará una respuesta.

-¿Que ocurré cariño?- repetí una vez más.

-No me digas cariño, y ya dejame en paz, Ri- susurró con voz apagada y sentí que mi interior dolía con esas simples palabras.

Creo que por fin compruebo que es cierto que las palabras pueden doler hasta el alma, e incluso más que las acciones.

Eso ocurré actualmente conmigo.

¿Que tal si nos vio?
Lo más seguro es eso, seguramente piensa que la traicioné.

-Lo siento.

Es lo único que se me ocurrió decir y me senté en mi lugar sin decir nada.

-Lo siento- repetí más para mí que para alguien más. No lo hice con mala intención pero estoy segura de que ella lo vio de manera distinta.

"No lograrás hacer nada bien.
Aunque consigas amigos, ellos te dejarán una vez más. Yo seré tu maldición de por vida, y aunque intentes borrarlo de tu memoria, no lo lograrás, me recordarás una y otra vez y jamás continuaras con tu vida como los demás...porque tu eres distinta, tu no eres como nosotros."

Creo...que las palabras de Vincent son ciertas...jamás desaparecen de mi memoria.

Charlie es el único que me habla. No puedo creer que no me dirijan la palabra en todo el día por un simple gesto de amistad con Charlie.

-Deberías de hablar con ellas- dijo el totalmente calmado, mientras miraba como sus colegas jugaban futbol- tu no hiciste nada malo, solo somos amigos.

No se si lo dice en serio o no y como respuesta solo fruncí el ceño.

¿Que tal si no quieren escucharme y solo se burlan de mi?. Las personas aún me dan miedo.

-No lo harán- encarnó ambas cejas y me dio una sonrisa de lado- si son tus verdaderas amigas, te escucharán con atención, te perdonarán tus errores y te aceptarán tal como eres. Solo se sincera y explicales que no era tu intención o que es un malentendido- dijo rascandose el cabello algo nervioso.

Tal vez...tenga razón.

-Esta bien- respondí un poco más animada mientras me levantaba de las gradas para comenzar a buscarlas. Solo que mi mala suerte regresa y se escucha la campana, indicando que el receso ya había concluido. Aun así iba a buscarlas.

Pero el tonto de Charlie me tomo de la muñeca mientras solo decía: nos toca quimica.

No entiendo como es que el esta tan calmado.

-Lo haremos en la salida, ya no tardará el profesor  y ya sabes como es cuando alguien falta o llega tarde a su clase.

Solo asentí cansada y soltando un pesado suspiro.

Solo espero que todo salga bien. Los nervios me merman por dentro con tan solo pasar por el rechazo una vez más...