Parte única

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El verano por fin ha llegado, otorgándole una infinita felicidad a aquellos alumnos que no podían aguantar ni un minuto más de clases. El problema es que junto a esta estación nada agradable del año también viene un combo mejor conocido como "maldito calor", lo cual la hace menos agradable, al menos para MinSeok. Es por ello que no es de extrañar que ahora mismo esté tirado en medio de la sala, acostado boca abajo, con un libro bien interesante frente a su rostro y el pequeño ventilador que LuHan le regaló hace más de un año puesto justo a un costado, de manera que pudiese ventilar gran parte de su cuerpo. Sí, al menos de esa manera podría sobrellevar las cosas con mejor actitud.

Sus lentes se resbalan sin cesar por el puente de su nariz, el cual suda consecutivamente y debe limpiar si no quiere mojar las hojas de su libro. Sinceramente, ¿por qué diosito no pudo inventar otra estación o hacer de esa menos calurosa? Es una incógnita que lamentablemente nunca podrá resolver.

Su sedoso cabello se movía suavemente por el viento, favoreciendo completamente su imagen de ángel. Claro que -desgraciadamente- no se trataba de un ángel, puesto que estos seres no poseen una larga cola de un color azul brillante, misma que tiene una forma muy similar a la de los peces. JongDae quedó pasmado ante semejante belleza.

- ¿Eres un...? -Las palabras quedaron atoradas en su garganta, teniendo que sacudir la cabeza para salir de su trance y ver si no estaba alucinando por el terrible calor que azotaba la pequeña playa-. ¡Eres un tritón!

-Ah, mierda -MinSeok mira su entrepierna y maldice de nuevo en voz baja-. Justo me dan ganas de ir al baño cuando estoy en la mejor parte.

Sin muchas ganas se levanta con dificultad del suelo y de paso agarra el vaso con agua caliente -que anteriormente estaba fría pero se sumergió tanto en la lectura que eso quedó en segundo plano. Pasa rápido a la cocina y lo deja ahí para luego correr hasta el baño, de paso bajándose el cierre y pantalón corto para evitar orinarse sobre ellos. Tomar tanta agua le estaba pasando factura.

Cuando está en plena labor de descarga, escucha como la puerta de la entrada se abre y de inmediato alguien grita que ya está en casa. Sonríe en automático, porque obviamente ese alguien era LuHan siendo tan ruidoso como siempre. Sube bien el pantalón corto, se lava las manos y medio arregla su largo cabello recién teñido de negro.

- Amorcitoooo, ¿dónde estaaaaás? -Canturrea LuHan mirando el pequeño departamento por todos lados, y cuando siente unas pequeñas manos tapar sus ojos con cariño seguido de un beso en su nuca, no puede evitar la sonrisa que se forma en sus labios-. Oh, no. Un extraño me ha dejado ciego. ¿Debería empezar a gritar?

-Deberías, sí -Le sigue el juego, fingiendo un tono más grave-. Arrodíllate ante mí, LuHan.

-Pero aún no es de noche.

- ¡Yah! -Destapa sus ojos y golpea fuerte su hombro, arrebatándole un quejido medio divertido - medio en serio a LuHan-. ¿Por qué siempre tienes que mal pensar las cosas?

LuHan se voltea con la misma sonrisa de estúpido y lo toma fuertemente de la cintura para acercarlo a su cuerpo. Como era de esperarse, Minseok se resiste colocando ambas manos en el pecho contrario para salvar su orgullo, pero a fin de cuentas termina fallando miserablemente. LuHan siempre encontraba una manera de hacerlo medio enojar a propósito para luego llenarlo de muchos mimos que lamentablemente hacen muy buen efecto en el humor de MinSeok. Detestaba ser tan débil ante esas quisquillosas manos y esos ojitos de ciervo feliz.

-Tú eres el que lo hace. Yo no dije nada que te haga pensar de mala manera -Acerca el rostro a su cabello y empieza a inhalar su dulce aroma, mientras que MinSeok rodea el cuello con sus brazos y se acerca un poquito más.

¡Gato! [LuMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora