Avergonzada.

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Me sentí avergonzada de mi en aquel instante en el cual estaba completamente al descubierto ante ti, si avergonzada, avergonzada de las estrías que me acompañan día a día, de la flacidez de mis pechos y muslos, de mi abdomen que no es precisamente plano, de cada uno de mis lunares y de mi cabello rebelde y alborotado. A mí mente llegaron las mil y una inseguridades, me lamenté de no tener un cuerpo de película, de no poseer un cabello largo y sedoso y no ser tan bella como me hubiera gustado ser para ti, y entonces me pregunté más de un millón de veces ¿Realmente te gusta este pequeño desastre desnudo en cuerpo y alma? He pasado toda mi vida completamente rota y puedo afirmar que en el único lugar donde me sentí completa por una vez fue junto a ti entre las sábanas de tu cama; no sabes lo feliz que me siento por el simple hecho de haber pasado un momento tan especial (por lo menos para mí) contigo, la felicidad sale disparada a choro por los poros de mis mejillas tanto así que las personas me preguntan "¿Que haz comido últimamente? Te vez muy radiante y feliz" me siento como un niño de 5 años que por fin a conseguido el juguete que tanto había pedido, solo pensar en ti me hace completamente feliz y elevan mis ganas de volver a verte; sentir tu piel junto a la mía una vez más, realmente eres como esa pieza maestra, puedes encajar a la perfección en mi pero no puedo tenerte y jamás te tendré.

ᴰᵉˢᵃʰᵒᵍᵒˢˑ [¹] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora