◇Capítulo 3◇

93 24 17
                                    

[Sergio]


— Bien, iré a domir – me dirigí a mi cuarto – Buenas noches, Bastian.

— ¿Y me dejarás aquí solito? – preguntó con un poco de ironía. Dirijiendo mi mirada a él me di cuenta que se encontraba prácticamente tirado en el sofá – Prometiste que dormiriamos juntos.

— Yo no prometí nada, tú te has creado falsas ilusiones – Bufé – Por tí y tu calentura la mitad del colegio piensa que somos gay.

— ¿Y? ¿No es mejor? Así las pubertas con hormonas alborotadas ya no nos acosaran – se limitó a decir – Además todo lo que he dicho es verdad, siempre hemos dormido juntos y no se cual es el problema ahora.

— Ahora esas "pubertas" como tú las llamas, se emocionaran más sabiendo que supuestamente somos gay – gruñí – Crearán más fics de nosotros.

— ¿Qué son fics? – suspiré.

— Nada hueón, nada – caminé hacia mi habitación – Mejor duerme.

— Está bien, vamos a tu habitación – lo miré – A dormir, claro está.

— Sólo no me molestes – dije – o dormirás en el sillón. Como un buen perro faldero que eres.

— No serías capaz, me amas lo suficiente como para no hacerlo – contestó – ¿Verdad?

— Si tú lo dices.

.


.


.


Me encontraba mirando el hermoso techo blanco que tengo. No podía dormir, el hecho de que Bastian se encontrará dormido al lado mío con una pierna por encima de las mias y sus brazos por mi cuello me tenia inquieto, eran cerca de las dos de la madrugada y nisiquiera he despegado la mirada del techo.

No sé que hacer, trato de dormir pero no puedo, no si el está así abrazándome. Aveces odio mi inquietud frente a estos problemas.

Al ver que no podía quedarme dormido, fuí al baño a relajarme un poco, realmente no puedo concentrarme con él al lado mío, creo que hoy dormiré en el sillón. Escuché un estruendo que provenía de la habitación, me asusté, pensé que Bastian se habia despertado y efectivamente lo habia hecho o eso creía. Un Bastián sonámbulo entró al cuarto del baño e inconcientemente este se empezó a dirigirse donde estaba yo, esta es la parte donde no sabia si en realidad estaba dormido o me estaba jugando una broma, y de muy mal gusto.

Se me había olvidado que este imbécil era sonámbulo o no hubiera aceptado que se quedará en mi casa, rayos.

Bien, lo siguiente que pasó fue algo extraño, todavía no puedo analizar bien la situación, si bien el Bastián es sonámbulo (algo que no pasa tan frecuentemente) y no está conciente de lo que hace, no puedo pasar a llevar lo que acaba de suceder. Después de burlarme un rato de él y dibujarles cosas obscenas en la cara (cosa que me costará en la mañana) me dirigía de nuevo a mi preciada habitación, pero nisiquiera alcancé a cruzar el bendito marco de la puerta y un Bastián sonámbulo se habia intervenido en esta.

— Oye, sal de ahí, quiero ir a dormir – nada – Se que estas sonámbulo pero eso no te da derecho a no quitarte de mi camino.

Parecía idiota, lo sé, pero él simplemente no quiere alejarse de la puerta y era la única forma de comunicarme con el.

— En unas horas debemos ir al cerro ese ¿Podrías quitarte? – toqué su cabeza con mi dedo índice – ¿Por favor?.

Al no resivir ninguna respuesta hacia mi petición no tuve más remédio que usar la fuerza bruta con él. Empezé de a poco, agarrandolo de los hombros lo cual hizo que el contrário soltara un leve gruñido al sentir mi contacto, después empezé a moverlo del marco de la puerta, queria hacerlo lo más lento y sutil posible, no queria que después se despertara de golpe y empezara otra vez con sus estupideces. Seguia moviendolo despacio sin hacer movimientos demaciados bruscos, cuando por fín terminé de moleverlo de ahí este me agarró de las muñecas y me atrago hacia él, me estaba abrazando, y ahí viene de nuevo, esa maldita sensación extraña cuando hace esa clase de cosas.

— Oye, deja de ser tan gay por una vez en tu vida y deja de abrazarme – traté de soltarme de su agarre pero fue en vano – Vaya que tienes fuerza, Bastian.

Este es el punto cuando me importa una mierda si se despierta, solo quiero irme y que deje de abrazarme.

— Bastian~ – reproché – Contaré hasta tres y si no me sueltas serás hombre muerto.

Obviamente no recibí respuesta de él, pero tenia la esperanza que su subconciente si lo hiciera.

— Uno...  – empezé – Dos... – no recibia respuesta – Tres... – y empezó el desmadre.

No me cabia por la cabeza como este imbécil puede estar durmiendo todavía, literalmente estabamos forcejeando entre los dos, en un acto de apenas dos segundos nos encontrábamos en el piso y no en cualquier posición ¡No!  El estaba arriba mío... Con sus labios cerca de la comisura de los míos. Alejé a Bastian de mí rápidamente todavía sintiendo la adrenalina en mí, después me fuí directo a la habitación.

Y aquí me encuentro, de bajo de  las sábanas tratando de siquiera cerrar los ojos, me fuí tan rápidamente del baño que nisiquiera noté si Bastian se habia despertado y la verdad en este momento poco me importaba. Espero que mañana no me pregunte porqué amaneció en el baño, no sabría que constestarle en realidad.

Dulces sueños ven a mí, solo quiero dormir, apiadate de esta pobre alma que solo quiere dejar de pensar en un idiota que es sonámbulo.

Que estupideces estoy diciendo.















† Una Palabra †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora