Cuando me enamoré de Ti _(Sasuhina)

¿CUÁNDO ME ENAMORÉ DE TI?

Mi vida había sido un completo caos desde mi regreso a la Aldea, los aldeanos me temían, considerándome una amenaza, las jóvenes me perseguían intentando conseguir una cita y para colmo mi hiperactivo amigo no me dejaba ni a son ni sombra, pegado a mí las 24 horas.

Caminaba por las calles oscuras intentando pensar porque siempre me había sentido vacío, a pesar de los objetivos que me propuse en mi vida no solo como vengador, sino cuando me redimí de los pecados cometidos en el pasado pero aun así me sentí sin alma, muerto en vida, no encontraba en estos instantes sentido a nada ¿debía seguir el ideal de mi hermano de defender Konoha?

Pero en mi mente solo llegaba el hecho de que era considerado una peligro constante por mi carácter, por el pasado, ni si quiera podía hacer misiones decentes pues estaba bajo el ojo examinador de los que tenían el poder en aquellas tierras.

¿Podía considerar ahora Konoha como mi hogar?

No, eso era lo que pensaba continuamente puesto que no me sentía a gusto, siempre alerta por si alguien intentaba dañarme no solamente físicamente si no con una simple palabra sabía que podría desmoronarme.

Me adentré en el bosque, llegando a un pequeño lago, pero no estaba solo noté una presencia, agarré mi kunai con fuerza, una joven de tez pálida y largo cabello azul oscuro salió de entre los matorrales con el rostro abnegado de lágrimas, no me vio pero aquel instante me congelé pues no me lo esperaba, me oculté para no ser visto, pues ni si quiera me había notado.

Se arrodillo al lado del lago y se limpió el rostro con el agua de este, se sentó mirando la luna, suspirando, no podía despegar la mirada de ella, la había visto en varias ocasiones desde mi regreso, era una de mis compañeras de la academia, siempre iba con cara perro y hombre bicho, no me acordaba de sus nombres me eran indiferentes, nunca me había fijado siempre me pareció alguien simple, rara, que espiaba al tonto de Naruto sin que este se diera cuenta, cosa que me parecía en aquella época patético, además siempre pensé que era prepotente por pertenecer aquel poderoso clan que le hacía sombra al mío, los Hyuga demasiado orgullosos, así podía definirlos.

Su semblante parecía tranquilo observando aquella esfera celeste, era una chica bastante bonita por no decir preciosa, con la piel como la porcelana, sus ojos del mismo color que la luna misma con tonos lilas claros por el brillo que desprendía, aquella mirada me estaba hipnotizado ¿ en qué estaba pensando? me pregunté ¿qué hacía en este sitio tan tarde?, me sentí frustrado por plantearme en un segundo todo aquello, después me vino a la mente que estar aquí podía ser peligroso a estas horas, sé que era una Kunoichi pero parecía tan delicada y frágil, que no estaba convencido de sus cualidades, la había visto en la guerra decidía, valiente, pero no le di mayor importancia.

Salí entre los arbustos, esta se giró al notar mi presencia abriendo los ojos de manera desmesurada.

_ ¿qué haces aquí? No sabes que es peligroso andar a estas horas por el bosque dije de manera fría, ella giró su rostro ocultando su tristeza pero para mí no pasó desapercibida.

_Uuchiha-sama no le había visto yo yoo.. tartamudeó.

Chasqueé la lengua con fastidio _ no mi importa lo que me vayas a decir, regresa a tu casa, no seas fastidiosa.

Esta me hizo una reverencia y se marchó, había sido grosero con ella, pero prefería que no estuviera sola andando por el bosque por si le podía pasar algo, no la conocía casi pero las niñas no deberían andar en la intemperie a esas horas ¿es que no se preocupaba su familia por ella?

Los días pasaron, así como las semanas y no podía quitarme de la cabeza su triste mirada, me perseguía por las noches esos ojos color luna, su tristeza me impacto, pero no sé porque le daba vueltas, que me debería importar las chiquilladas de una cría, estaría triste porque se le había roto una uña.