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–¡Louis! Despierta, tenemos que ir a chambear (N/A: chambear es trabajar) hijito.

–Ay no quiero amá, estoy muy al cuas , ayer trabajamos mucho.

Johannah tiró de la "manta" que cubría a Louis para que éste se despertara.

–¡te voy a echar agua si no despiertas!

–¡SÍ AMÁ, YA ESTOY ABUSADO! -Dijo Louis aventando el trozo de tela que lo cubría.

–Bueno, entonces, ¡vamos a pepenar!

Louis era muy conocido en su barrio Juan Dieguito, hablaba con todos y se llevaban muy bien, todos lo querían.

———

–bueno amá, después de tanta recogida hay que ir a agradecerle a diosito por un día más de vida.

—andale pues hay que ir a la iglesia que está cerquita de aquí. -Dijo Johannah mientras dejaba todas sus cosas para pepenar.

Llegaron a la iglesia y como habían dicho, le agradecieron a la virgencita por otro día de "trabajo" si es que a eso se le podía llamar así.

La mamá de Louis ya estaba muy vieja y era lenta en algunas cosas, pero siempre hacía las cosas "difíciles" y las hacía con dedicación.

–amá, ¿sí te acordaste que hoy es mi santo verdad? Cumplo 16 años. -Dijo un Louis esperando que de algún lado saliera una sorpresa, pero esperaría en vano.

–cómo no me voy a acordar mijito, jamás se me olvidaría algo tan especial para mi chamaco.

De repente el padre de la iglesia que también era un buen amigo de Johannah y Louis se acercó a ellos para entregarle algo a Louis. Era un sobre pequeño

–¡feria! Amá es feria!! ¿pero de dónde lo consiguieron? -Preguntó Louis con una sonrisa de oreja a oreja.

–¡eso no se pregunta chamaco! Disfrútelo y ya, eso sí, en algo de provecho. -Dijo el padre dándole un cálido abrazo a Louis.

Un señor muy fino que también estaba ahí en la iglesia se acercó hacia Louis, su mamá y el padrecito.

–Buenas tardes padre. -Dijo el señor que a leguas se veía multi millonario, pero eso sí, muy amable.

–¿cómo va todo señor Robin? ¿La familia qué tal? ¿Y los negocios? -Preguntó el padre

–bien muy bien, mis hijos aun no regresan de Inglaterra y mi hija está estudiando, ya sabe, los negocios marchan bien.

–me alegro mucho, y dígame ¿qué necesita?

–pues solo quise acercarme a saludar padre, que tengan un muy buen día, y feliz cumpleaños muchacho. -Dijo el señor Robin mirando a Louis y enseñándole una sonrisa.

–ay, pues gracias don, uste's muy amable, a pesar de ser catego usted es re buena gente, digo porque nadie ricachón se nos acerca nomas a saludar, siempre tienen un insulto para nosotros. -Dijo Louis

–no te preocupes muchacho yo no soy así, seré "ricachón" pero alguna vez fui como tú así que soy amigo de los pobres. -El señor rió ante el comentario de Louis. –Bueno, me despido, tengo asuntos que resolver, que pasen una bonita tarde.

El señor se fue y Johannah se quedó boquiabierta porque nunca se habían encontrado a alguien "catego" y buena onda.

–orale mijo me cayó bien ese don, se portó bien chido con nosotros. -Dijo Johannah aun asombrada

Después de eso todo era felicidad hasta que de pronto la madre de Louis se empezó a sentir un poco mal, más bien mucho, le estaba doliendo mucho la cabeza y sentía que el corazón se le salía del pecho.

–¡amá! ¡Amá ¿qué le pasa?! -Dijo Louis muy asustado, eso no estaba bien, tenían que hablarle a la ambulancia. –padrecito ¡haga algo! ¡Mi mamá se me petatea!

–¡Comadre! ¡No te mueras! ¡No dejes a tu chamaco solo! -Dijo el padre, más bien, en ese momento era un amigo íntimo, no un padre.

–ay compadre, ya no puedo resistir, si me pasa algo, cuida de mi chamaco, ayudalo a conseguir trabajo y apoyalo en todo. -Decía Johannah débilmente, y poco a poco, iba cerrando los ojos.

–¡No mamita no! ¡Eres lo único que tengo en el mundo, por favor no te vayas de mi lado! ¡Te prometo que le echaré ganas a la chamba para llenarte de orgullo! -Louis ya estaba llorando, no soportaba la idea de que su mamá ya no estaría con él.

–Te...amo...hijito. -Fueron las últimas palabras de Johannah. Había fallecido de un infarto.

–¡No! ¡NO, AMÁ, MAMACITA! ¡Te necesito! -Louis ya no podía dejar de llorar, había perdido todo lo que lo motivaba a seguir.

–Chamaco ya no llores, yo te voy a cuidar, se lo prometí a tu mamacita. -Dijo el padre acercándose a Louis para abrazarlo, éste cedió al abrazo, lo que más necesitaba era eso.

Si su vida después de eso ya era un infierno, no se imaginaba cómo sería al descubrir la vida que le esperaba.

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⏰ Última actualización: Aug 17, 2017 ⏰

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Louis el del Barrio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora