El final sin principio.

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A veces somos todo.

A veces somos nada.


Nuestro tiempo se acaba y nadie le interesa salvarlo.

Lo dejamos morir como las flores del jardín.


Hubo tanto frio entre nosotros dos que nuestros corazones se congelaron.

Chocaron y se rompieron.


Sonrisas falsas y palabras vacías, fue lo único que quedo de nuestro cuento de fantasía.


Dos extraños que se miran uno al otro mientras esperan el final de todo, el final de esta trágica historia.


Pero realmente esta historia nunca tuvo un comienzo.

Versos con espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora