Me enamore y sufri.

Falta de voluntad.

Son casi las dos de la madrugada y  en vez de estar mejor solo siento la necesidad de hablar con el, la idea de salir no me sirvió de mucho solo hice despedirme de Mary para volver a torturarme con esos estúpidos recuerdos. Me repito una y otra vez:

- Y si le hablo, aún está en línea.
Lo pienso bien pero sin dudarlo un segundo le escribo:

- Hola, cómo estás? Me enteré que te graduaste, quería felicitarte se lo mucho que te esforzaste - hay que estupida, como borro este mensaje deberían de tener una opción de seguridad acaso no piensan en las personas despechadas o que, mejor le digo que no era para el  tampoco es que sea el único graduado en este año. Está escribiendo por qué sigo tan nerviosa mi estómago va explotar de tantas emociones.

- Gracias -Responde, mi autoestima descendió 3 metro bajo tierra un simple gracias para que le escribí.

- Como te va?- Pregunta.

- Como crees que me va? 
- De  maravilla, tengo más tiempo para hacer mis cosas ahora que estoy de vacaciones.
- A que bien - Responde cortante.

No sé que decir siento como lo poca dignidad que me quedaba se esfumó por la puerta y me dejó parada con el  celular en la mano.

- bay te dejo me iré a dormir - le digo.
Apagó el celular y me retuerso entre mis sábanas. Me preguntó si me contestó mejor lo prendo otra vez quién sabe, mi masoquismo entró en acción pero es que no lo puedo evitar es igual a un vicio malintensionado.

- Que tal si nos vemos mañana - me pregunta con varias caritas felices - tenemos tiempo que no nos vemos y antes de salir éramos muy unido no hay por que dejar eso, no crees.

Me emociono, no puedo negarlo antes de convertirnos en novios teníamos una muy buena relación nos decíamos todo, extraño hacer eso pero con todo lo que pasó y que no le importó nada en el momento de partirme en mitad, realmente valdria  la pena. Aun así acepto, me preguntó que lograré con esto pero me  siento tranquila por qué lo veré aunque sea por última vez. Sé que estoy mal lo presiento; pero necesito verlo no lo puedo evitar mi estómago está como un olla de sopa todo revuelto.

Quedamos en vernos a las 6:00 de la tarde en el parque cerca de su casa, no veo la hora en que aparezca salí un poco más temprano  por el tránsito, mirándome bien en el espejo de los autos me arregle como a él le gusta siempre me ha dicho que me veo mejor con el pelo suelto por qué  suavisaba mis fasciones centraba la atención a en mis ojos coquetos, si supiera que esa mirada solo la produccia el.
Ya lo veo lleva esa chaqueta negra que nunca se quita el dice que es para la buena suerte pero yo pienso que no tiene dinero para comprarse otra, es una marca costosa debió conseguirla en el mercado de las pulgas, me preguntó el día en que le di el poder de hacerme sentir así no aguanto el estómago nunca me me pongo tan nerviosa y nostálgica con alguien más que con el.
- Hola, cómo estás ? - me sonrie.
- Bien, cómo te ha ido - le digo tragando saliva aguantandome las ganas de abrazarlo y caigo de nuevo, en sus ojos, su sonrisa, su mirada recuerdo las veces que trate de endurecer mi corazón para dejar de sentir cuando estabamos juntos, no valió solo me enamore más de él en vez de alejarme al ver el semáforo en rojo que me decía que estaba en peligro solo lo ignore y seguí de largo sin percatarme de que chocarria con un gran muro de piedra, su corazon.

Nos quedamos unos minutos hablando de lo cotidiano intentado ser agradable después de todo, la forma en que me miraba al hablar ese destello fugas y sus constante sobadera de piernas me haciendo perder el hilo, como me mataba  esa piel canela, no había visto a un hombre que me atrajera tanto como lo hace el - concéntrate Lia, que esto es algo serio, si te descuidas le darás una impresión  desesperada.
- Como te va con amanda, son novios verdad ? - le suelto de golpe, porque no me mordi la lengua para contenerme ahora seguro se está pensando que estoy muy pendiente de su vida, no es que no sea cierto pero a nadie le gusta quedar como una sufrida.
- No eso fue algo de momento, nada especial - sonrie al decírmelo seguro noto la sonrisita de gusto que me salió al escuchar eso.
Al fin y al cabo nos despedimos 2 horas después llegué a la casa con una sonrisa que nadie me quitaría ni siquiera mi esquizofrénica hermana, estaba que mordía solo por qué le cogí prestada su blusa favorita, no entiendo la manera tan descarada que tiene al hablarme como si no sé que cada vez que sale con sus estúpidas amigas me coge dinero si permiso me calienta la cabeza con tan solo pensarlo y oírla quejándose.
No estuvo nada mal la conversación con mi ... No sé cómo llamarlo ahora, ni siquiera peleamos, quizás podríamos darnos una última oportunidad - Y si ya sé que no es la primera vez que digo esto pero siento que con la simple idea de no volverlo a ver me parte en dos -  el vacío que tengo solo él puede llenarlo,esta tarde me acabo de dar cuenta cuando todo mis intestino volvieron a su lugar, el me hace feliz es lo que importa y la vida es muy corta para dejar lo que quieres como tanta facilidad.