Tres meses atrás
Deisy se encontraba en los pasillos del supermercado tratando de localizar los nachos para la noche de cine en la casa, miró a su alrededor a ver si encontraba a algún trabajador cerca pero en cambio se encontró con un guapo hombre mirándola muy sexy.
Deisy es la más atrevida de todas nosotras, así que es normal que ella de el primer paso.
-¿Se te perdió algo?- preguntó Deisy al hombre.
-En realidad si, tenía una buena vista hasta que volteaste- dijo.
-No pierdas el tiempo-
-Créeme que no lo haré, pagaría por oírte gemir lindura- dijo susurrando al oído.
Deisy le sonrió y acto siguiente posó su mano en el bulto de aquel hombre
-Ups, ¡qué vergüenza!- dijo con pena y luego halo de el.
-Con que te gusta jugar- este puso su mano en la espalda de Deisy dejando caer por error su mano hacia el trasero.
-¿Dónde está tu carro?- preguntó Deisy.
Ambos salieron lentamente del supermercado y se dirigieron al carro el cual estaba lejos de los demás. Deisy se montó en sus muslos y sin pensarlo ambos comenzaron a besarse, este con sus manos buscaba la forma de quitar el sostén y cuando lo logró como de costumbre comenzó a chuparlas, mientras, Deisy desabotonó sus shorts y con ayuda de el pudo quitárselos quedando solo con una pequeña tela que solo cubría su parte delantera. Sin necesidad de masturbar el se colocó el condon y los fuertes gemidos de Deisy hicieron presencia en el acto.
Desde ese día Deisy y aquel hombre pasan tiempo de vez en cuando, el le paga y le da cariñitos cada vez que se ven. El le platicó sobre que un amigo tan guapo como el quería conseguir a alguna chica para hacer lo mismo y ahí fue cuando ella nos juntó a todas y nos propuso entrar al juego, claramente sabíamos lo que ella hacía pero nunca nos imaginamos estar todas dentro de todo esto y mucho menos yo.
*********
Había pasado una semana desde que tome mi decisión y hoy me encontraba en casa de un viejo amigo de Deisy, nunca había hablado con el pero si lo había visto y eso hacía que tuviera un poco de vergüenza pero no dejaría que se notara.
Me encontraba en el baño de visitas viéndome en el espejo, acomodé mis senos de tal forma que se vieran presentables y voltee a ver cómo me quedaba la parte de abajo del traje de baño color negro.
-Charlotte- tocó Deisy la puerta.
-Ya voy- dije, moví mi cabello y salí del baño.
-Te está esperando ahí dentro-
-¿Y no me podia esperar aquí fuera?-
-Tranquila, el es de confianza pero si se propasa ya sabes que hacer- dijo Deisy.
-¿Algún consejo?-
Entra con seguridad y juega con el, cuando lo beses pasa tu mano por su pene de arriba hasta abajo y sin que te diga sácalo y masturbalo, no importa si te hala el cabello, si encuentras su punto débil te podrás vengar, muévete como diosa y no digas que estás cansada o algo así, solo has como si te faltara respiración, ahora si chula - me volteó y me dio una nalgada por mi trasero -Pon en práctica lo que te enseñó mamá-
Estaba algo nerviosa pero no dejaría que eso dañara mi oportunidad.
El chico se acercó y sin perder tiempo me besó lentamente. Puso sus manos en mi cintura y luego subió su mano hasta llegar al hilo que colgaba de mi sostén y lo halo así dejando ver mi pequeños pero coquetos senos, sin despegarse con sus manos acarició mis senos y al final los apretó dejando salir de mi un gemido.
Volví a sus labios y el posó sus manos en mi trasero redondo, sin preguntar metí mi mano por dentro de su pantalón y topé a aquel amigo bien grande y erecto, con mi otra mano bajé sus pantalones dejando a la vista a su gran pene, bajé para verlo más de vista y abrí mi boca para charlar un poco, comencé a hacer los típicos movimientos de cuando masturbas a un hombre.
Todo marchaba bien y hacía lo que Deisy me había dicho, pero unas grandes manos detuvieron mi cabeza así que me alejé y estuve de pie.
-No puedo hacer esto- dijo en voz baja.
-¿Hacer qué?-
-Ya sabes, hacer el sexo contigo-
-Pero... ese es el trato- me acerqué a el.
-No lo entiendes- me apartó de él.
-Tienes el privilegio de ser el primero- lo besé y conseguí que me besara pero aún así se alejó.
-Vete- dijo.
-¿Cómo fue la cosa?- pregunté bien confundida.
-Vete, ya le pagué a tu amiga, ahora sal de aquí- me dio la espalda.
En serio no entendía lo que le pasaba a este chico pero para no empeorar las cosas hice caso a lo que dijo y me fui. Deisy estaba sentada en el sillón usando su celular y abrió los ojos como platos al verme.
-¿Qué haces aquí?- preguntó
-Vámonos y no me vuelvas a traer aquí- dije y caminé hasta la salida de la casa.