EL COMIENZO...
Era una noche tranquila, fría, pero no era ese frío de invierno,era una ligera brisa fría,de esas brisas que te hacen temblar.
Marquel era un niño de 13 años, rubio con el pelo liso , tenía los ojos muy bonitos y grandes, de color verde, la cara blanca, el cuello alargado y la piel muy fina.
Empezó a caminar tranquilamente a su casa que estaba en la parte de arriba de un pueblo, el pueblo se llamaba Echoza. Era pequeño y muy natural,mirabas para un lado y veías verde, mirabas para el otro lado y verde también,tendría entre 50-60 habitantes y alrededor de 20 casas.
Siguió subiendo hacia su casa, al subir a el lado derecho de la carretera había una casa abandonada, era muy vieja, parecía que se caía a cachos, con las ventanas rotas y con las contraventanas abiertas de par en par. Marquel tenía curiosidad por lo que se encontraba dentro de la casa y pensó en entrar o no... Al final cerró los puños y empezó a adentrarse a la casa, cogió una piedra y empezó a romper la puerta a pedradas, pero cuando dio más de 10 pedradas con todas sus fuerzas para intentar tirar la puerta abajo, escucho un ruido detrás de él, sintió un escalofrío que le recorrió el cuerpo de pies a cabeza, tragó saliva y empezó a girar la cabeza para ver de donde venía el ruido que escuchó, al darse la vuelta no había nada detrás de él y echó a correr a su casa. Al llegar a casa entró rápidamente con toda la cara roja de cansancio, tiritando por el miedo y cerró la puerta de un portazo, echó el cerrojo y fue corriendo a contarle lo que había pasado a su padre para que le ayudara, empezó:
-Papá...he estado dando pedradas a la casa abandonada de la carretera...
-Hijo…¿nunca te he contado la historia de la casa abandonada de al lado de la carretera?
-No…-respondió el pobre niño asustado
-Bueno...hace muchos años alrededor de 100 más o menos...en la casa vivía una familia los cuales se llevaban muy bien entre ellos, tan bien que cuando se enfadaban, al rato se reconciliaban y estaban bien...pero un día se enfadaron los padres y decidieron separarse. El padre se fue de la casa y al salir se suicidó en el pozo que tenían delante.La madre, para que los niños no sufrieran, los mató y luego ella se ahorcó en un árbol, y nunca más se supo de ellos. Al cabo de un tiempo, el abuelo de los dos jóvenes fue a vivir a esa casa, pero un día entró y no a vuelto a salir nunca de esa casa. Nadie sabe nada de ese hombre ni de las cosas que pasan dentro de la casa de al lado de la carretera.
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Por una simple piedra
HorrorMarquel, un niño de el pueblo de Echoza, vive una aterradora experiencia en la casa abandonada de su pueblo, en la que años atrás ocurrieron varios sucesos de los que todavía no se sabe nada. ¿Podrá Marquel resolver el misterio con la ayuda de sus m...