Pesadillas

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Desdentao tenía los ojos diferentes, sus pupilas negras dibujaban una fina línea en medio de sus opacos ojos. El dragón se encontraba en frente de su jinete, con su mirada clavada en él. Caminaba decidido, preparado para atacarlo. Hipo le rogaba que se detuviera pero su amigo hacía caso omiso a sus palabras.

"¡HIPO!" Un grito lo sacó de la atención que estaba prestando a su dragón. Estoico corría hacia él, desesperado por alcanzar a su hijo antes de que el furia nocturna lo atacase.

"¡Papá no!" Sabía sus intenciones y trató de detenerlo, pero su padre tenía más fuerza que él y consiguió empujarlo sacándolo del alcance del ataque del dragón.

El tiempo se detuvo.

El chico sería que su cuerpo pesaba demasiado. No podía moverse y mucho menos levantarse del suelo. Giró su cabeza. Sus ojos verdes se encontraron con la peor de las escenas posibles. El cuerpo de su padre se encontraba tirado en el suelo, sin vida, con algunos trozos de hielo sobre él.
No se lo creía. Su padre había muerto y su mejor amigo había sido el causante de aquello.

Hipo notó como algo en su interior compezaba a quebrarse. Un dolor comenzaba a extenderse desde su acelerado corazón hasta la punta de sus dedos.
No podía, quería acabar con ese sufrimiento.

Puede que su relación con su padre no fuese de las mejores. Siempre pasaba por altibajos, aún así ambos se querían. Estoico está orgulloso de su hijo - aunque no lo solía demostrar - e Hipo estaba orgulloso de su padre.

Todo se desvaneció en pocos segundos.

"AAAAAAAHHH" Su corazón latía rápidamente, descontrolado, y su respiración estaba agitada.
Trataba de calmarse "Tranquilo Hipo, solo ha sido una pesadilla. Otra vez" Se decía continuamente a sí mismo.

"Hipo, ¿estás bien?" Escuchó una voz acompañada de unos pasos que subían por las escaleras hacia su habitación. Valka entró rápidamente donde su hijo se encontraba y se sentó en la orilla de la cama junto al castaño. "¿Otra pesadilla?" Preguntó su madre sabiendo ya la respuesta.

El chico abrió la boca pero ninguna palabra salió de esta y solo asintió.

Valka abrazo a su hijo "Tranquilo, se que no es fácil pasar por esto, pero ya no puedes hacer nada" Hipo asintió y dejó que unas lágrimas se escaparan de sus ojos. "Gracias mamá"

"Ya sabes que aquí me tendrás cuando me necesites. Te he fallado durante estos pasados veinte años, y te prometo que no lo volveré a hacer. Estaré a tu lado siempre" Dijo Valka al oído de su hijo, que seguía abrazado a ella.

Ambos se separaron del abrazo y sonrieron. "¿Mejor?"

"Sí" Solo respondió Hipo.

"Deberías intentar volver a dormir, mañana tendrás muchas cosas que hacer" Su madre tenía razón. Ya era el jefe de Berk desde hacía poco tiempo y la aldea necesitaba muchas atenciones tras el ataque de Drago varios días atrás.

Dicho esto la mujer abandonó la habitación. El castaño se acomodó en la cama y poco a poco se volvió a dormir.

Por desgracia las pesadillas seguían ahí, no podía deshacerse de ellas. Todas las noches le despertaban.

Esto no solo preocupaba a Valka, si no también a Desdentao, a Bocón y sobre todo a su novia. Astrid pasaba algunas noches en casa de su novio, apoyándolo como hacía siempre.

HTTYD: One Shots (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora