Capitulo 4

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Los días siguen igual, tristes y oscuros.

Hoy no fui al instituto pero juro que prefiero ir allí, y no ir al hospital con mi abuela.

Descubrirá lo que me está pasando.

Hace unos días tuve una crisis de apetito, comí con desesperación toda la comida de la heladera, y al llegar la noche castigandome por lo que había hecho, vómite todo, hasta no vómitar sangre no pare. Cuándo termine de hacer eso, solo recorde pararme y girar hacía el espejo, sentí un fuerte dolor en la cabeza y ya no recuerdo más nada.
Me había desmayado, mi primo me  había encontrado en el suelo, según ellos estaba pálida y fría, tenía ojeras.

E aquí las consecuencias de mi torpe descuido, no quiero que mi familia se entere de esto, se preocuparan muchisímo y ellos ya tienen muchos problemas como para cargar conmigo.

-Mica, hija sal del auto. Perderemos el turno- dijo mi abuela mirandome.

Ya estabamos en el hospital y yo pensando no me había dado la más pálida cuenta.

-Eh, si si- dije confundida.

Iba caminando a pasos lentos y vagos. Mi abuela iba de prisa y giraba cada dos minutos apurandome.

Se decepcionara mucho de mí.

-Mica vamos, apúrate- volvió a repetir por decima vez mi abuela.

-Si abuela ya voy- dije en un susurro.

El doctor me saco sangre y dijo que en dos semanas los resultados de los analisis estarían listos.

La abuela me ofreció una hamburguesa, pero hice una cara de asco diciendole no.

La comida me daba asco, no quiero.

- Oh Mica, si te encantaban las hamburguesas de este lugar- dijo ella mirandome preocupada.

- No quiero comer abuela, ¿no entiendes?- le dije enojada.

Abrió sus ojos sorprendida y yo igual.
Jamás le había contestado de malos modos, ni muchos menos levantandole la voz, estoy muy arrepentida de ello. Mi abuela no merece que la trate así.

-E-esta bien mi niña, entonces iremos a casa- dijo ella algo triste.

Quize pedirle disculpas, quize decirle que no debí hablarle de ese modo , pero no pude.

Camine detrás de ella, sin decir ninguna palabra. Iba con la mirada baja, pateando una piedrita que encontre en esa calle.

Pedimos un taxi para volver a casa.

Al llegar mi abuela abrió su boca para decir algo, pero no la deje empecé a subir las escaleras y me encerré en mi habitación dando un portazo.

Me acosté en mi cama, mirando el techo blanco, perdiendome en mis pensamientos.

¿Por qué me tratan así?
¿Algo hice mal?

Y así se baso mi tarde, acostada en mi cama pensando en todo lo que me está pasando.
No se me paso por la mente salir de mi habitación, mi primo golpeo la puerta y paso para revisar lo que estaba haciendo, pero me hice la dormida.

No quiero hablar con nadie.

Sin darme cuenta me dormí.

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Sonó mi alarma para ir al instituto.
Me levante dando un largo bostezo, y camine hasta el baño, hice mis necesidades y baje para despedirme de mis abuelos y mi primo.

-Chau- dije y salí de allí sin esperar respuestas.

Caminando a pasos lentos, sin importarme si llegaba tarde. Había perdido la importancia en todo, ya todo me daba igual.

Al llegar supe que no había llegado tarde, ví como Dalila hablaba con Gonza y los amigos de él. Estaba debatiendo en ir o no ir, y me decidí en seguir de largo y ir a mi salón, trate de que no me vieran, pero no funcionó.

-¡Mica! - grito mi amigo Gonza.

Cerre mis ojos fuertemente.
Y dí la vuelta fingiendo una sonrisa.

-Eu, chicos ¿Cómo están?-dije sonriendoles, o eso intente.

Ellos me saludaron y estuvimos hablando hasta que la campana de inicios de clases sonó.

Gonza paso su brazo por mi hombro, al lado de él viene Dali y a su lado vienen los amigos de Gonza.

Entre al salón de clases y me sente en mi lugar.
Dali se sento a mi lado y Gonza atrás con sus amigos.

La clase transcurrió normal. Ningún insulto, ninguna indirecta.

Bien.

-Profe puedo ir al baño- dije levantando mi mano.

-Si, si puedes- dijo mirandome.

Susurre un gracias y salí disparando al baño.

Al salir me encuentro a Bianca, esta me miro enojada y me pego una cachetada.

Mi cabeza dió un giro por el impacto, mis ojos se cristalizaron y puse mi mano en mi mejilla.

-¡Te quiero lejos de Gonzalo!- diijo gritandome.

-Pero  Gonzalo es sólo mi amigo- dije en voz baja sin mirarla.

- ¿te pensas que no me doy cuenta de como lo miras?- dijo ella mirandome más enojada.

 Fruncí el ceño. Yo no lo miro de ningún modo. Gonza es mi amigo, jamás sentí cosas por él.

- El es mi amigo, nada más- dije fastidiada.

-Ehh baja el tonito rubia- dijo acercandose a mi amenazante.

No dije nada. Ella me miro por ultima vez y salió del baño.

No aguante más y me largue a llorar.

Me mire en el espejo. Me tire agua en la cara y me repetí que todo iba a estar bien, respire ondo y volví al salón con una sonrisa.

-¿Estas bien?- susurro Gonza desde el asiento de atrás.

Todo mi cuerpo se estremeció. Sus labios tocaron mi piel, y eso me hizo sentir nerviosa.

Sentí la mirada de Bianca sobre mí.

Ignore a Gonzalo y giré hacia el pizarrón para prestar atención a la clase.

Gonzalo frunció el ceño y Bianca sonrió y susurró "así me gusta".

Y yo, yo sentí dolor dentro de mí. Gonza es mi amigo y no quiero separarme de él.

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Chicos!!! Estoy viva!!! No morí, no me mateeen.!❤

L@s quiero

Kika❤

SuicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora