Ámbar
—Hola —me voltee y le sonrei falsamente. Habia arruinado mi beso con Simón
—¿Saben quién es Támara? —Asentí y señalé a Támara quién estaba con Pedro sobre el open, supongo.
—Es ella. —Respondí algo cortante a lo qué el asintió y caminó en dirección a Támara
Ruedo los ojos volteando mi cabeza en dirección a Simón. Odio la gente nueva.
Simón solo se reía desde que ese chico se fué
—¿De qué te reís? —Miró alzando una ceja a Simón mientras el se levanta y me besa la mejilla.
—Sabés qué tengo muchos más besos para ti pero me tengo que ir a trabajar, termino mi descanso —Lo miró y hago un pequeño puchero
—No te vayas —Lo miró y el ríe un poco
—Me tengo que ir, bonita. Prometo ir a la mansión antes de que anochezca. Te amo —Sonrió, me acerco a el y dejo un escaso beso sobre sus labios
—Te amo más —Le doy un último beso, le sonrió y salgo de la cafetería del roller para caminar fuera de éste hasta una plaza de ahí cerca
—Let me own the dark, back to the start. Watching every footstep in front of me, been chasing fire, Been walking over wire. I see what, I wanna see — Canté. Catch Me If You Can era la cancion que presentaría este próximo open music
Trata sobre la confianza que le tengo a una persona, solo a esa persona. Sobre qué confio hasta con los ojos cerrados en él, solo en Simón, confío en que el me atrapara y me amara aún cuando me este destruyendo
Sigo cantando mientras caminaba sobre el pasto seco de la plaza, me siento debajo aún cantando y cierro mis ojos. Siento una presencia a mi lado pero no quize voltear y seguí cantando
—I'm a runaway, jumping out of place, be my parachute, be my parachute. Throw me in the skies, nothing left to hide, just the fireflies —Término de cantar aún con los ojos cerrados
—Me encanta tu voz. —Un susurró de unos labios rozando mi oreja erizó mi piel al instante
Abró mis ojos y miro a la persona que tengo al lado.
— ¿Me estabas espiando? —Miró al chico de cabello ruloso y ruedo mis ojos
— Si a eso le llamas a escucharte cantar pues sí, te estaba espiando —contesta divertido— Por cierto, soy Matteo Balsano
—Ámbar Smith —digo en un susurro casi inaudible mi nombre. No me gustaba mi nombre, bueno, mi nombre me gusta pero ¿Smith? Como si mis padres estuviesen aquí todo el maldito tiempo como para decir que soy parte del apellido "Smith".
—Un gusto, Ámbar —Me sonrió
—Me gustaría decir lo mismo. Bueno, en realidad no me gustaría —Le sonrió cinicamente
Él sonríe divertido mirandome a los ojos y yo tratando de apartar mi mirada de sus ojos
—¿Qué me cuentas de vos? —Me miró y yo rodé los ojos, eran las 3:30 pm. Se supone que debería estar en el roller patinando. Repito, debería.
—¿Debería contarle de mí a un extraño? —Bufó y guardo mi celular en mi bolso
— ¿También deberías seguir en Instagram a un "extraño"? —Alza una ceja
Espera... ¿Qué?
¡Oh claro! El es el chico de instagram que me siguió esta mañana
Ruedo los ojos y me levantó para seguir caminando
—Hey, Rubia ¿Te enojaste? —Siento pasos siguiendome de parte de Matteo
—No vuelvas a decirme así en tu vida— Lo miró intimidante
—Yo te digo como quiera, Rubia —Me miro divertido. —Vamos, te invito un licuado
Ruedo mis ojos, no sería tan mala idea.
×××
—Bien. Supongo que comenzamos con el pie izquierdo —Me sonríe jugando con su sorbete
—Ya se a lo que quieres llegar —reímos levemente. —Soy Ámbar Smith, tengo 17 años, soy de acá de Argentina y soy la reina del roller —Sonrió egocentricamente y miro como el se ríe. —¿De que te reis?
—Olvidaste decir qué eres egocentrica —ríe burlón y yo ruedo mis ojos. — Soy Matteo Balsano, tengo 17 años y soy de Roma, Italia. Me mudó demasiado por el trabajo de mis padres y soy el mejor —Me guiña un ojo y yo lo miro alzando una ceja
—Y yo soy la egocentrica —El ríe y yo sonrió mordiendome el labio inferior divertidamente.
—Un gusto Ámbar —Me sonríe y yo igual
—Un gusto Matteo —Disimulo mi sonrisa tomando un poco de mi licuado
—De acuerdo. —Me quita mi licuado y lo deja a un lado de la mesa. —Vamos—Se levanta y me ofrece su mano. Lo miro confundida. —Vamos a patinar.
Ruedo mis ojos. No iría obligada
Él me mira alzando una ceja y mueve sus dedos aún con la mano extendida.
—Mi mano se cansa, Rubia —niego con la cabeza. —De acuerdo. —Me hala de la mano y me lleva a los lockers
—¡No, Matteo! —Me sienta en el banco de los lockera y saca sus patines y los míos
—No preguntes de donde los saqué —señala mis patines y yo me encojo de hombros
Me colocó mis patines igual que Matteo
¿No que no querías?
No, solo me los estoy poniendo para comer.
Me agarra de la muñeca y me lleva a la pista.
—¿Y ahora? —Él rueda los ojos y me mirá
—Enséñame lo que sabes, rubia —Sonrió egocéntrica
—Bien. —Entró a la pista, colocó la música instrumental de Mírame A Mí y comienzo a patinar — Podría ser el sol eclipse la luna, no existe condición que yo no reúna —Canté mentalmente haciendo varios trucos sin despegar mi vista de Matteo
Él me miraba fijamente prestando atención a cada uno de mis movimientos sin querer interrumpirme
Hize varios giros y saltos con delicadeza y elegancia recorriendo toda la pista
Terminé y me acerqué al italiano mirándolo intensamente
—Eso no estuvo mal, Rubia. —Matteo me sonrió un poco
¿No estuvo mal? Me tiene que estar jodiendo
Ruedo mis ojos y lo halo hacía el centro de la pista
—¿Que haces? —Matteo me mira frunciendo el ceño
—Patinar —dije simple y comencé a patinar a su alrededor
