Capítulo 02

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El invierno ya se había instalado en la
ciudad, por lo que las calles estaban cortadas a causa de la nieve. A papa le pareció una gran idea que pasásemos el día en "familia" a lo que me negué rotundamente . Ya que papa insistió una y otra vez tuve que inventarle una excusa, decir que no me encontraba bien no era del todo una mentira ya que me sentía agotada, toda la situación de papa y Elena me tenia totalmente horrorizada.

Me paseé por mi habitación pensando, dándole vueltas y vueltas al asunto. No sabia como iba a hacer que Elena desapareciera de mi vida y de la de mi padre.

En cuanto mi cuerpo calló sobre la cama me quede profundamente dormida. Alguien acarició mi cabello con cariño, abrí los ojos con cuidado por los rayos del sol.

-Me recuerdas a mi hija, se llamaba Esmeralda .- dijo levantándose para mirar por la ventana

-Sal de mi habitación .- le dije gruñendo mientras la miraba con odio

-Blanca, se que no te caigo bien y lo entiendo se que crees que quiero remplazar a tu madre, pero no es así .- dijo recargada en el umbral de la puerta .- se que significa perder a quien mas quieres y no poder hacer nada por recuperarle .- bajó la cabeza

-Escucha una cosa Elena, tu no eres mi madre, no la remplazaras jamas y que te quede claro que no sabes ni entiendes una mierda .- dije con mi cara roja .- ahora si no es mucha molestia sal de mi habitación y no vuelvas, jamás .- finalicé cerrando de un portazo y seguramente dándole un golpe en la nariz

Las tardes de invierno eran tediosas, inaguantables en mi opinión. La nieve no dejaba de caer haciendo que los pequeños copos inundaran mi jardín. Y es que a diferencia de mi padre y mi madre yo detestaba la nieve y sobretodo la navidad, mi madre siempre repetía riendo que sin duda no le hacia justicia a mi nombre.

Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina a sabiendas que mi padre y Elena estarían en la sala de estar y no tendría por que encontrármelos, evitando así una incomoda situación o aun peor, que papa me llamara para pasar el rato con ellos.

Me preparé un chocolate caliente con nubes y volví al piso de arriba, fui a mi habitación a por una manta y salí a la azotea. El frío era inaguantable pero era mejor que pasar el día con mi padre y su nueva mujer o sola en mi habitación.

Quería llamar a alguien pero teniendo en cuenta lo antisocial que era, no tendría mucho sentido. Pensé en mama y en la canción que me solía cantar.

Y la empecé a tararear entre lágrimas.

Sentí una mano, era papá. Me miraba con una sonrisa, aun que en sus ojos reflejaba lástima, por mi.

-Aun me acuerdo de esa nana.- dijo ahora con sus ojos cristalizados .- Olivia la cantaba, siempre. Cuando nos casamos la cantó. - dijo limpiando las lágrimas que caían por su mejilla derecha.

-Y tu la has traicionado, no tienes derecho a llorar por ella .- dije apartando su mano de mi hombro y me fui de vuelta a mi habitación

No pude dormir en toda la noche, cerraba los ojos y al segundo los volvía a abrir. No quise que hubiera tanta hostilidad entre papá y yo, pero si el iba a seguir siendo tan necio al intentar llenar el vacío que dejó mamá.

Me levanté al alba y fui a ver el correo. Fui pasando los sobres con facturas, cartas del trabajo, postales hasta que llegue a la que yo quería.

Abrí el sobre blanco con impaciencia.

Querida Blancanieves Campbell,

Mediante esta carta le comunicamos que desgraciadamente su solicitud a la universidad de London High ha sido denegada.

La animamos a que intente ingresar el próximo año.

Un cordial saludo,

Directiva de London H.U

No podía ser peor, necesitaba salir de Manchester y entrar a la London H.U era mi única salida. Esta claro que jamas me librare de mi ciudad.

Arrugue el papel y lo tiré sobre la nieve para después pisotearlo varias veces.

Empecé a correr, sin parar, sin importar el frío o el hecho de que solo llevaba un pijama. Estaba furiosa, enfadada con la vida y harta de que nada me saliese bien últimamente. No paré de correr hasta que llegué a una biblioteca.

Cuando llegué, con un pijama, la respiración entrecortada y mis ojos llenos de lágrimas fui obviamente en centro de atención de las seis personas que había en la pequeña biblioteca.

-Cariño, te puedo ayudar .- dijo acercándose a mi una anciana

Aparté su mano bruscamente.

-No .- musité furiosa

Ella me miró ofendida y se fue murmurando algo que no pude comprender. Me dirigí al ultimo pasillo, haciendo caso omiso a las miradas.

Empecé a analizar los libros que había en el ultimo estante. Y encontré uno, que llamó mi atención La reina de las nieves, y según tenia entendido ese era el titulo original de Blancanieves y los siete enanitos.

Lo que mas llamó mi atención fue el hecho de que no tenia autor, estaba en anónimo.

Y con las lágrimas aun cayendo me dispuse a leer.

Llevaba veinte minutos leyendo y no podía parar. Me sentía identificada con Blancanieves pero con la madrastra también.

Y una frase me abrió los ojos.

Si tu enemigo te quiere cerca, dale el gusto. Pues con su confianza te darás el gusto de verle caer.

Eso debía hacer. Una pequeña sonrisa salio de mis labios. Al fin y al cabo no iba a ser tan malo quedarme.

Hola, solo quería decir que actualizaré una vez cada semana por si a alguien le interesa :) .
Si algún día no puedo actualizar os avisare con tiempo.
Besos 🖤.

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