Un año, ha pasado un año ya desde que él se fue, desde que él se rindió y dejo de luchar por mi por nuestro amor y por todo el futuro que queríamos juntos.
No ha sido fácil, no ha sido fácil dejar atrás todo ese amor, esos momentos que aunque simples y incluso dolorosos le dieron el mayor sentido a mi vida. Aprendí mucho de él, aprendí a valorarme, a ponerme a mi por encima de todo, aprendí a amar, a reír llorar , aprendí a luchar por desgracia lo único que no aprendí de él es como olvidar.
Dicen que él primer amor no se olvida y ahora entiendo porque lo dicen, él primer amor marca tu vida de tal manera que ningún otro amor por más esfuerzos que haga podrá llenar, el primer amor lo es todo y nada a la vez, te enseña a darlo todo por cuidar ese amor pero también te enseña a dejar ir a soltar ese amor para que llegue alguien que aunque no llene el vacío del primero dará felicidad a nuestras vidas.
Lo extraño, extraño discutir con él, extraño molestarlo, abrazarlo lo extraño todo y aunque ya hay una persona que intenta hacer mi vida más llevadera lo sigo extrañando a él.
Y ahora un parte de mi estará siempre con él.
Saben es difícil renunciar al amor, es difícil renunciar a la persona que te hace feliz, pero aún más difícil es renunciar al amor propio, al orgullo y a nuestra propia dignidad por eso hay que hacerlo hay que dejar ir aunque una parte de ti se vaya también.
