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Al Borde De La Muerte

Narra Baby.

Voy a contar algo que me pasó hace años, algo que me hizo estar entre la vida y la muerte.

Un día, mi familia y yo decidimos ir a pasar un fin de semana en una finca en la que mi tío tenía una pequeña casita, aunque mi hermano mayor no quiso venir (mejor para mí). Estuvimos allí de risas y fiestas, aunque yo estaba a lo mío, en mi mundo, con la música, o si no, jugando con mis perritos o con la Nintendo, ya que no tenía Internet, es normal, porque ahí se viene a desconectar y a disfrutar de la naturaleza.

Cuando llegó la noche, era la hora de cenar, pero había que ir a comprar para hacer la cena porque faltaban cosas, entonces mi tío iba a comprar al pueblo que estaba abajo, y yo quise acompañarle para salir un rato de allí. Mi madre y mi hermano se quedaron en la casa junto con los perros. Si viérais la cara de mi madre del miedo que tenía porque no quería estar ella sola, os asombraríais, ya que sólo teníamos una bombilla que iluminaba la pequeña casa, lo demás estaba todo oscuro.

Cuando mi tío y yo salimos de la casa, nos subimos al coche para bajar al pueblo. Estaba todo oscuro, hasta que por fin llegamos a la tienda a comprar. Más tarde volvimos a subir a la finca para llegar a la casa, pero lo malo es que mi tío se había equivocado de camino y habíamos subido por donde no era, así que lo que hizo él fue retroceder para ir por el camino correcto, y al haber encontrado el camino correcto, retrocedió un poco más para coger bien el camino, y al hacerlo, de repente el coche se inclinó hacia la izquierda en el borde de donde había una bajada por el barranco. No había mucha altura, pero aún así era muy peligroso. Cuando estábamos muy inclinados, estaba muy asustada, porque pensaba que nos íbamos a caer por el barranco, pero al parecer, el coche se mantenía, y ahí aprovechamos para salir lo más rápido posible. Yo estaba en el lado donde estaba inclinado el coche, así que imaginad lo que me costó ir a la parte derecha para abrir la puerta y salir de ahí. Cuando por fin conseguí abrir la puerta, salí de ahí y dejé que la puerta se cerrase haciendo que esta de un gran golpe, pero de milagro el coche seguía manteniéndose. Ya sé que no debería haber dejado que se cerrase sola, pero estaba muy nerviosa, porque pensaba que si la cierro yo, el impulso del coche me llevaba al vacío si llego a cerrar la puerta, pero no fue así afortunadamente. El que peor lo pasaba, fue mi tío, porque él estaba en el asiento del piloto, y él no quería salir por la parte derecha, así que hizo malabares para salir por la parte izquierda, hasta que lo consiguió. Cuando los dos estábamos fuera, pensábamos que el coche se iba a caer, pero no, así que decidimos ir a pie lo que nos quedaba de camino a la casa dejando el coche ahí hasta que mañana venga la grúa a sacarlo de ahí.

Cuando llegamos a casa, se lo contamos a mi madre, y ella obviamente se quedó asombrada, agradeciendo que no nos había pasado nada. Después de cenar y todo, me fui a la cama a escuchar música y a relajarme un rato hasta quedarme dormida.

Al día siguiente nos levantamos pronto porque iba a venir la grúa, y también para volver a casa. Mi tío nos dijo que él no había dormido nada tras lo ocurrido de esa noche, y lo comprendo perfectamente. Cuando salimos de la pequeña casa, fuimos al lugar donde permanecía el coche, y sí, aún seguía el coche muy inclinado a la izquierda al borde del barranco. Cuando mi madre y mi hermano lo vieron, se quedaron boquiabiertos sin saber que decir, y de ahí estuvimos esperando a la grúa. Cuando vino la grúa, no sólo vino una, vinieron dos grúas para poder sacar el coche de ahí y que vuelva a estar en la carretera. Estuvieron un buen tiempo sacando el coche, y mientras nosotros observábamos cómo ellos hacían su trabajo, hasta que lograron sacar el coche de ahí y lo subieron a la grúa. Mi hermano, los perros y yo nos tuvimos que subir al coche porque no cabían más gente en la grúa, así que mi made y mi tío se subieron a la grúa para que nos llevasen fuera de la finca. Al salir de la finca, los trabajadores bajaron lentamente el coche para que esté en la carretera, y de ahí ya volvimos a casa sanos y salvos.

La verdad es que ha sido una experiencia algo aterradora, pero afortunadamente no nos pasó nada ;)