Santo maldito

1K 46 12
                                    

Notas principales: los personajes es obvio que no me pertenecen y dejo en reserva todos sus derechos a los respectivos autores.

Notas iniciales de la autora: ¡Hola a todo el mundo! Sé que me encuentro entre las fanfikers que se dedican a realizar slash o como se escriba de Sherlock Holmes, Kingsman y algún videojuego (The Evil Within) pero hoy me tienen experimentando con nuevas parejas, nuevas formas y les traigo de mis parejas favoritas, espero de todo corazón que les guste. :3 los leo abajo.

Debilidad... De todos los defectos de los muertos y no muertos es lo que más odio; Los santos de Athena eran débiles, trataban de dar lucha, aparentar fortaleza pero, ¿De que sirve aparentar algo que no eres? Ellos sí que se esforzaban, era divertido incluso verlos, por Hades que así era, me daba lástima incluso darles una patada aunque no diré que no me gustó hacerlo porque lo disfruté cada maldito segundo hasta que, un dolor de cabeza apareció, no sabía si estaba feliz o enojado de encontrarlo ¿Un poco de ambas tal vez? Es decir, ahí tenia al tan afamado "embustero de dioses" había engañado a Poseidón (esa anécdota recorrió el infierno de arriba a bajo y fue divertido escuchar cada una de las versiones, puesto que todas exageraban, aunque todas coincidían en algo, Kanon había engañado a un dios, algo que no cualquier mortal hace), estaba seguro que si se lo proponía podía embaucar a todos los espectros e incluso engañar a un dios tan grande y poderoso cómo lo era Hades, entendí pues que, era claro que yo, corría el mismo riesgo de no poder salir libre de semejante bribón, aunque yo no era como los demás, sabía quién era y de lo que era capaz, no importaba que mi contrincante fuese fuerte e inteligente eso no bastaría porque ¡Soy un juez! No caería con un estúpido y arrogante caballero dorado.

Mi sorpresa fue tremenda cuando Kanon el caballero de geminis me demostró no solo ser un gran rival, un feroz oponente y por extraño que suene, un ser puro, casi divino o celestial; sino que también demostró que podía ser el más enérgico de los demonios por sus comentarios sarcásticos, sus constantes insultos y con su sorna burla, un enemigo digno de admiración.

No entendía cómo fue que poco a poco estaba enredándome en una telaraña feroz. Mi ego no me dejó ver lo equivocado que estaba al subestimarlo, debí hacer caso cuando me advirtieron que esos encantos felinos podían poner a sus pies a cualquiera porque, sin darme cuenta ahí estaba yo... después de nuestra primera pelea esperando a que viniera por mí, solo esperando, desee que este hombre no perteneciera a la consentida y estúpida de Athena ¡Ella no era merecedora de un hombre así a su servicio ¿Por qué arriesgar su vida por una causa muerta? ¡Iban a perder!, Perderían ante el gran Hades ¿Por qué no pedir piedad? ¿Por que Kanon hacia la misma estupidez que Saga? Eso sólo lo llevaría a un destino pero que la muerte. Odiaba a Athena por arriesgar a personas fuertes, la repudiaba con todo mí ser por utilizar a Kanon para sus egoístas fines.

Si él estuviera bajo mi mando sabría protegerlo y entonces, lo imagine con alguna armadura obscura resaltando su verde mirar, su blanco color; su pícara sonrisa cuando derrotáramos a alguien juntos... ¿Juntos? Por mi señora Pandora ¡¿Que tonterías está a pensando?! Negué con la cabeza para sacarme esa imagen tan sensual de aquel caballero, solo eran estúpidas imaginaciones mías, y sabía perfectamente que no había nada en el universo que pudiera superarlas por eso tenía que sacarlas de mi cabeza, jamás iban a suceder o volverse realidad, ese caballero y yo éramos fieros enemigos, ninguno iba a dejar de ser fiel a su Dios, ninguno iba a descertar y tampoco se iba a rendir sin pelear. Sentí irá, una furia por la impotencia, sus pasos elegantes fueron los que me avisaron que había llegado y que estaba listo para dar pelea. Pensé que sería diferente... Creí que, él sentía lo mismo que yo, creí que ¡No sé que es lo que yo quería que pasara, pero no quería esto! No me esperé que se despojara de su armadura para enfrentarme solo con sus puños y su burda valentía.

SantoWhere stories live. Discover now