Prologo

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Aclaraciones:

En este cap law tiene 24 años y luffy 17 tal como antes del timeskip del anime y manga
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Hace un año.

Los primeros destellos del sol se asomaban en el horizonte, pasando levemente por la adormecida agua salada y cubriendo de manera débil pero agradable las faldas de una tranquila ciudad que no era ni grande pero tampoco pequeña.
La mezcla de colores que daba el choque entre la madrugada y el amanecer, creaba una hermoso degradado en el manto del mundo envidiable para cualquier pintor y perfecto para cualquier fotógrafo.

Allí, unido a aquel paisaje un joven de piel morena aterciopelada, complexión delgada, cabello negro y altura envidiable.
Se encontraba a las veredas de la extensa playa recibiendo gustoso la suave brisa creada por las corrientes del océano.
La atención del joven moreno fue atraída por una dulce y agradable melodía que se envolvía junto a él monótono sonido de las olas dándole un toque mucho más profundo y armonioso.

Sus grises ojos se pasearon por el lugar en busca del individuo que interpretaba aquella hermosa y solitaria tonada.
Su vista se detuvo en la silueta que estaba más adelante a una distancia media de el, a pesar de los cuantos metros que los alejaba aun podía ver a detalle a el muchacho o bueno su espalda ya que toda la parte frontera el chico estaba dirgida hacia el mar.
El ojigris admiró de arriba a abajo la ligera piel tostada que lucía realmente suave, la delgada forma de su anatomía, el rebelde cabello azabache que revoloteaba al ser golpeado por la brisa e inclusive se permitió ver a travez de la un tanto holgada y veraniega ropa que ondeaba al compás de un sombrero de paja que colgaba de su cuello.

Cuando finalmente la melodía término, el moreno retorno su vista hacia la acera y decidió seguir su camino.Aún cuando sin razón alguna su cuerpo y mente tenían el deseo a flor de piel por ver el rostro de aquel individuo. Con arrogancia y terquedad ignoro el anhelo y retomó su caminata, casi al mismo tiempo el muchacho que se encontraba más a las orillas giro en dirección contraria a el y comenzó a andar.
Cediendo a la intriga el más alto busco el rostro de azabache pequeño y aunque fue solo un segundo, pudo verlo. Sin definir detalle alguno e incluso sin verlo completamente nítido aquella vista de reojo fue suficiente para hacer que todo su ser sintiera una paz indescriptible.

Y sin siquiera saberlo aquel rostro desconocido, aquel cuerpo ajeno e incluso aquella solitaria tonada,todo eso sería lo que le daría la razón de vida que llevaba buscando hace ya tanto tiempo.

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Fin del prólogo

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