Una Mirada de Angel

Capítulo 7

Las esperanza es lo último que se pierde xd

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La brisa se sentía más fría de lo normal. Era esa humedad costera que por alguna razón hoy se sentía más presente que otros días.
El tatuado pese a estar a unos cuantos pasos de la casa del joven, iba en auto. Pero esto claramente tenía razón y esque hoy iría a cierto lugar con el más joven.
Antes de tocar el timbre dudo un poco, tomó un respiro ganando coraje y tocó. No hubo respuesta en un largo rato, así que volvió a tocar.

-Ya voy, ya voy- el que abrió la puerta fue el pecoso el cual le dio una mirada poco amable, pero sin ánimos de iniciar una pelea se volteó y llamó a Sabo quien estaba en la cocina.

- Sabo, llama a Luffy, el ojeroso llegó por él-

Pasaron unos minutos y Sabo apareció en la puerta, trayendo tras de si a un no resplandeciente Mugiwara.

El menor azabache estaba tan apagado como un pétalo después de primavera. Su semblante era gacho y su atuendo era completamente negro, para nada propio de su típica vestimenta de vivos colores. Incluso su sombrero llevaba el cinto rojo cubierto por uno negro.

La expresión de Trafalgar se frunció de forma casi imperceptible, en una mueca de dolor, por ver a la luz de vida, en un estado tan tenue.

La atmósfera era fría y silenciosa, por fortuna Sabo supo romperla y sobre llevarla .

- Bueno, Luffy
Te esperamos para la cena-

Luffy solo asintió, sin hablar.

- Recuerda llamar si necesitas algo y yo llegaré como una llama- Dijo Ace dándole una palmada suave en el hombre al más joven antes de que esté avanzar unos pasos hasta el ojeroso.

-Lo dejamos en tus manos- Dijo Sabo.

-Le pasa algo y olvidate de ver la luz de mañana- Agregó Ace.

- ¿Nos vamos?- preguntó Law. Omitiendo lo que dijo el último.

El Monkey volvió a asentir.

Con esto dicho ambos se embarcaron en el auto y partieron.

Los dos hermanos mayores, dieron una vista al auto mientras se alejaba y luego suspiraron casi mutuamente.

- ¿A dónde quieres ir?- preguntó Law quién estaba conduciendo sin rumbo.

Luffy abrió la boca, pero la cerró y luego de fruncir un poco el ceño demostrando el esfuerzo que estaba haciendo. Finalmente habló con un hilo de voz.

- Al cementerio... -

Law había luchado contra el inmenso impulso de detenerse y abrazarlo luego de escuchar esa voz que parecía que iba a romper en llanto en cualquier momento. Mantuvo la compostura y solo dijo con voz suave.

- Está bien-

El único cementerio cerca estaba en una colina a unos cuantos kilómetros de la ciudad, la vista era hermosa. Pero no podía ser apreciada bajo el contexto.

Antes de salir de salir de la ciudad Law había hecho una parada para comprar tres ramos de flores todos blancos y delicados.

Todo el camino ningún dijo pabra, había sido tan silencioso como una tumba. Law siempre había sido de pocas palabras, pero este silencio estando junto al más joven no se sentía bien.

Una vez en su destino este se bajó y ayudó al menor a hacerlo. Cuando lo hizo puso en sus manos uno de los ramos. El azabache lo palpo y sus ojos temblaron.

-Gracias, Torao-

-No hay de que-

Ambos avanzaron entre las filas de tumbas y antes de llegar a su destino, Law hizo una corta parada para poner los dos ramos que llevaba en la tumbas de sus padres susurrando un - Volveré más tarde, los quiero-

Acto seguido alcanzó a Luffy quien se había adelantado algunos pasos, estos eran lentos y cortos como si contrara cada uno. Luego de cruzar y virar entre las largas filas Luffy finalmente se detuvo frente a una tumba, Law supo de inmediato de quien era por el nombre grabado, pero el de cicatriz tuvo que inclinarse un poco y pasar las yemas de sus dedos sobre las letras talladas en la piedra. Asegurándose que era la correcta.

Con mucho cuidado, algo impropio de él. Colocó el ramo en la lápida.

Las pupilas de sus ojos vacilaban y se balanceban como dos pequeñas gotas a punto de ser derramadas y sus labios temblaban ligeramente, sin saber que hacer o que decir.

Con dificultar comenzó.

-..... Yo, soy una persona horrible... Nunca vengo a verte..... Soy lo peor, lo siento.... Yo -

-Hoy yo... -

- Mamá.... Yo, Tora...o.. Mng-

Las lágrimas finalmente desbordaron y Law sintió su corazón fallar. Su pequeño de sonrisa encantadora rompió en llanto frente a sus ojos.

Tan doloroso, escucharlo decir eso fue extremadamente doloroso. No pudo aguantarlo más y se abalanzó para jalar al otro hacía el.

- No lo eres, muwigara-ya. Tu sabes que no es verdad -

Los sollozos se escuchaban cada vez más y la voz del otro aunque temblaba sonaba reacia a aceptar lo dicho.

- Es la verdad, tu no sabes nada Torao, yo soy horrible.¡ Deberías alejarte de mi!-

El llanto se hizo más fuerte y tempestuoso.

-Todo fue mi culpa, yo me odio.... DEBERÍA HABER Mnh......-

La frase nunca se terminó, los labios llenos de palabras de odio quedaron sellados, atrapados e incapaces de moverse por los labios del moreno.

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Aclaración: Luffy tiene un celular de teclitas, que es para ciegos.