15 años sentado en una banca.
Sólo se movía para ir al baño, comer y escribir.
Escribía todos los días, pero nadie sabe qué.
Todo lo guarda en un viejo mueble de madera.
Me pregunto que escribe tanto.
Papá era un caballero, jamás lo vimos llegar tarde a casa, siempre presumía a su esposa y le decía lo hermosa que era.
Siempre habló bien de ella, aún de sus defectos.
Nunca los escuché discutir.
Nunca lo escuché gritarle, mucho menos pegarle.
Se amaban.
Era eso.
No habían peleas, sólo hablaban de lo que pasaba.
No habían resentimientos, siempre decían lo que pasaba.
No habían engaños, se conocían totalmente el uno al otro.
No había más amor que el entregarse en completa devoción el uno al otro.