Llega un día, un día en el que todo cambia, un día en el que una persona se te va, una persona esencial en tu vida, tu ejemplo a seguir se va, se va al cielo... Y no sabes en qué momento sucedió pero desde que ocurrió nada volvió a ser lo mismo, nada tenía el mismo sentido, faltabas tú.
Recuerdo ese día perfectamente que estaba feliz de la vida y me dieron la noticia, sin duda fue el peor día de mi vida, se me fue, se me fue la persona que más quería en la vida, la persona que estaba ahí en las buenas y en las malas, la persona que me dio miles de consejos, él me dijo tantas cosas que seguí al pie de la letra, porque ya nada volvería a ser lo mismo, nada tendría el mismo sentido, al revés, todo se fue cuesta abajo y sin frenos...
Pasará el tiempo pero nunca olvidarás a esa persona tan esencial en tu vida, la persona que siempre te sacaba una sonrisa, que cualquier gesto que hacía te provocaba una sonrisa, que todo eso ahora son recuerdos pero que no se olvidan y eso es lo importante, que hoy nuestra sonrisa lleva un nombre: el de él. Mi sonrisa lleva tatuada todos los recuerdos que me dejó, los buenos momentos con él, las sonrisas, las cosas que me decía, todo en especial.
Que te prometo que nunca te voy a olvidar, que te quiero muchísimo más que ayer y cada día más, que aunque no te puedo ver sé que desde el cielo me cuidas, que tengo la esperanza de que algún día nos volveremos a ver. Una vez más: Te quiero muchísimo abuelo.
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