– Hyung, ¿quiere un dulce? –
– ¿Para que quiero un dulce? –
– Hyung es muy tonta su pregunta, quiere uno para comerlo – respondio el menor rodando los ojos.
– No quiero otro dulce que no seas tu Jiminnie~ –
– Hyung... –
Un Jimin con el rostro igual que un tomate se encontraba parado mientras su hyung seguia avanzando.
Sin duda, eso era lo mas lindo que le habia dicho.