Parte 1 Sin Título

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Una amable y hermosa sonrisa adornaba el rostro del joven mesero, en sus manos una bandeja plateada con dos platos de sopa y un par de tazas de té. Ágilmente se movía entre las abarrotadas mesas buscando la que debe atender la cual estaba tres mesas después de donde sir Arkham cenaba con su familia; coloca los platos frente al comisionada de policía y uno de sus detectives un hombre al que todos conocían simplemente como Bullock. El comisionado Gordon le agradeció mirándolo con un dejo de lastima mientras que su acompañante se limitó a gruñirle ordenando que se retirara.

Sin cambiar su gesto alegre hace su camino de regreso, asiente con la cabeza ante los saludos que los comensales le hacen consciente de que la fachada angelical del chico servicial e inocente es necesaria al menos hasta que se encuentre detrás del mostrador; en las cocinas podrá despotricar lo mucho que detesta esa maldita ciudad y a todos sus habitantes especialmente a esos dos que acaba de atender.

Lo que ansiaba terminar con el plan que su madre formulo y ellos le ayudaban a cumplir.

Lo mucho que desea vengar a su padre.

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El restaurante "Wayne's" era el más famoso en todo Gotham, no solo por su excelente atención al cliente sino por su comida que superaba con creces al resto en varios pueblos a la redonda. Dirigido por la viuda matriarca Talía Wayne a pesar de la gran cantidad de clientela que a diario llenaba el local no tenía más empleados que sus hijastros Richard y Jason junto con sus hijos Timothy y Damian. Talía era una mujer que después de la muerte en prisión de su esposo quedo en la ruina y desamparada con cuatro chicos pequeños, unos enfermos y otro recién nacido.

Sin nadie que le tendiera la mano dejo la ciudad regresando varios años después para fundar el lucrativo negocio, muchos habían intentado conseguir trabajo ahí debido a la creciente fama o descubrir el secreto que hacía a la gente volver una y otra vez por su comida pero todos habían fallado.

–Le falta canela a esta salsa Timothy –el aludido asintió echando una rajita en la cacerola con la sustancia roja–. También azúcar. ¿Jason cómo va el pan?

–Bien sale en cinco minutos –el segundo de los hermanos Wayne se mantenía al lado del horno esperando que su obra de arte estuviera lista.

Talía asintió para sí viendo a cada uno de sus chicos ensimismados en sus tareas. Jason atendiendo el horno y alistando los platos que se usarían su pequeño Damian lavando tomates para el gazpacho que servirían como entrada; Timothy terminando la salsa que acompañaría el plato principal que Richard preparaba. Sonriendo se acercó al chico mayor para ayudarle pues parecía tener problemas al cortar la carne.

– ¿Carne dura, Richard?

–Si madre –chasqueo la lengua cuando el pulso le fallo y casi se rebana los dedos con el filoso cuchillo. – Y además poca, no saldrá mucho de esto casi no podremos utilizar nada era casi pura grasa, ¿quién diría que la hija del comisionado estuviera tan mal desarrollada? Las prostitutas tienen más carne.

– ¿Y qué esperabas Dickie? Esa perra no hacía nada más que comer y medio hincarse en misa... y en la comisaria –espeto burlón el panadero de "Wayne's", sin embargo borro su gesto ante el regaño de su madre, ese lenguaje era inapropiado frente a su hermanito.

–Bueno, no muchos pedirán filete sino el gazpacho solamente así que no debemos preocuparnos además también tenemos "pollo" a la crema–tranquilizo la castaña afilando otro cuchillo–, Damian querido ve y abre las puertas, no tarda en comenzar a llegar la gente.

Mientras ella parte los pimientos y el pepino junto con el resto de los ingredientes escucha a su primogénito quejarse de la hija de Bullock y lo mucho que detesta estar junto a ella pero le recuerda que necesita ganarse su confianza es parte de sus planes, en cambio Richard celebra por fin deshacerse de la fastidiosa pelirroja que tuvo que cortejar desde que regresaran a Gotham. Justo cuando Jason le preguntaba al mayor si había llegado al punto de acostarse con ella y Richard hacia el ademan de vomitar por la idea de rebajarse a tanto la puerta de la cocina se abrió dejando ver a un sonriente Damian con sus ojitos color jade brillando entusiasmados.

Wayne'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora