Tu nombre, David.
Tú eres David.
Yo nunca quise ser tu Goliat.Pero me derribaste igual, amor,
sin besos o palabras
—quisiera un beso, nunca lo he vivido; palabras hay muchas—
en cambio, con Indiferencia sin espada, o sin piedra, o sin honda.Te quise, David, quise ser tu Jonatán.