El principio del fin.

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El tiempo se congeló por un instante después de que Luciel se separara de ambos castaños, corriendo como pudo para poder interponerse entre los "creyentes" de aquella secta llamada "Mint Eye" y su peliblanco gemelo.

Por mucho que intentó frenar al pelirojo de colocarse frente a su hermano le fue imposible, y Vanderwood fue lo único que impidió que ella corriera tras él para secundarlo en su decisión, para ser su pilar de apoyo como lo había sido desde que ambos habían dejado claros sus sentimientos. Estaba deseando estar junto a Saeyoung para demostrarle que no estaba solo, que ella le ayudaría a proteger la única familia que le quedaba, que le aseguraría que jamás en la vida permitiría que le arrebatasen de nuevo algo tan preciado para él...

Escuchó sus palabras con atención, sintiendo que el corazón se le rompía por todo el sentimiento y el dolor que transmitía su tono de voz al hablar sobre su hermano, sobre que no dejaría que lo volvieran a apartar de él... Eso sumado a la imagen de su amado pelirojo con una mueca de dolor provocada por la herida de bala sin tratar que tenía en el brazo y que había sido hecha tan solo unas horas atrás estaban provocando que la castaña sintiera deseos de llorar, de gimotear que los dejasen en paz... Pero no podía, no podía permitirse ser débil. Sería fuerte, se contendría por él, por no darle una preocupación extra a Seven... No, a Saeyoung, aquel chico a quien le prometió seguir hasta el fin del mundo si hiciera falta.

Su corazón dio un vuelco al observar cómo su chico cayó al suelo junto a Saeran, quien acababa de desenfundar una pistola mientras se llevaba una mano a la cabeza, sosteniendo el arma con su diestra temblorosa y hablando a nadie en particular, nadie salvo a él mismo seguramente por las cosas que estaba gritando.

Para ese entonces Vanderwood ya había bajado un poco la guardia, aunque en realidad mantenía un brazo extendido frente a ella para evitar que corriera hacia la escena. La castaña no tenía intenciones de correr a ellos, al menos no ahora que Saeran estaba teniendo un ataque de nervios. Cualquier movimiento brusco podría provocar una tragedia.

Por otro lado, su atención se desvió al chico de cabellos azules del otro lado de la sala, frente a Rika. El pobre V lucía tan estupefacto y... Extrañamente, también bastante tenso por dicha escena, y claro que tenía razones para estarlo, sobre todo con el resentimiento con el que Saeran le había hablado minutos antes.

Rika por otro lado, estaba inexpresiva ante la escena, incluso lograba parecer serena pese a la reacción de Saeran, como si no fuera la primera vez que lo veía de esa manera. Probablemente lo había visto así muchas veces...

Sus ojos se abrieron como platos al observar a la chica rubia acercarse a paso lento hacia Jihyun, con la mirada completamente ensombrecida, con la intención de "castigar" su traición lo antes posible seguramente... ¿O quizá lo estaba haciendo para así lograr apaciguar la actitud de Saeran? No lo sabía, pero no le gustaba para nada la forma en que los verdes ojos de la chica ahora reflejaban nada más que hostilidad pura...

Inevitablemente corrió hacia ellos con la intención de detener a Rika, con la intención de no dejarla herir a nadie más. Logró empujarla con suficiente fuerza como para tirarla justo a un lado de V. MC estaba apenas dándose la vuelta para asegurarse de que V estuviera bien...

Y entonces el mundo estalló frente a sus ojos.

Su vista dejó de funcionar por unos instantes, dejándola en un mundo completamente iluminado, como si estuviera en una habitación repleta de luz blanca. Aquella visión se fue tan pronto como había llegado, pues se rompió justo en el momento en que su espalda daba un golpe sordo contra el suelo, haciendo que su vista se nublara y sus oídos zumbaran por el impacto repentino contra el suelo.

My sun and stars. Moon of my life.Where stories live. Discover now